Conquistando el muro: comprender y vencer la fatiga de la sobriedad en la recuperación de adicciones

Dejar el alcohol o las drogas es un gran paso hacia una vida más saludable. Pero mantenerse sobrio a veces puede resultar muy difícil. Muchas personas en recuperación llegan a un punto en el que se sienten cansadas y estresadas y se preguntan si vale la pena. Este sentimiento se llama fatiga de sobriedad. Es un problema común, pero que se puede superar. Este artículo le ayudará a comprender la fatiga por sobriedad y a aprender formas de afrontarla.

¿Qué es la fatiga por sobriedad?

La fatiga por sobriedad ocurre cuando las personas que se recuperan de una adicción se sienten muy cansadas, no solo en su cuerpo, sino también en su mente y emociones. Es como chocar contra una pared después de estar sobrio por un tiempo. Este sentimiento puede hacer que mantenerse sobrio sea mucho más difícil.

La fatiga por sobriedad es diferente para cada persona, pero a menudo incluye:

Agotamiento emocional: Sentirse triste, enojado o desesperado sin una razón clara.

Fatiga mental: Tener problemas para pensar con claridad o tomar decisiones.

Fatiga física: Sentirse muy cansado incluso cuando ha dormido lo suficiente.

Pérdida de motivación: No querer hacer cosas que normalmente disfrutas o cuidar de ti mismo.

Aumento de los antojos: Querer consumir drogas o alcohol más de lo habitual.

Dificultad para afrontar el estrés: Los pequeños problemas parecen grandes.

¿Por qué ocurre la fatiga por sobriedad?

Varias cosas pueden causar fatiga por sobriedad:

Síntomas de abstinencia: Incluso después de que termine la abstinencia principal, su cuerpo y su cerebro aún se están recuperando. Esto puede hacer que te sientas cansado durante mucho tiempo.

Cambios en el estilo de vida: Dejar las drogas o el alcohol significa cambiar muchas cosas en tu vida. Las nuevas rutinas y hábitos pueden resultar agotadores.

Procesamiento emocional: En recuperación, comienzas lidiar con los sentimientos es posible que hayas estado evitando. Este trabajo emocional puede resultar agotador.

Estrés: La recuperación trae nuevas responsabilidades y desafíos. Este estrés adicional puede desgastarlo.

Aburrimiento: Sin drogas ni alcohol, a algunas personas les resulta difícil disfrutar de las cosas o ocupar su tiempo.

Presión social: Puede resultar agotador explicar por qué no bebe ni consume drogas o evitar situaciones en las que otros sí las consumen.

Expectativas poco realistas: Si espera que la recuperación sea rápida y sencilla, es posible que se sienta desanimado cuando no lo sea.

Reconocer los signos de fatiga por sobriedad

La fatiga por la sobriedad a menudo aumenta lentamente. Es importante saber qué buscar:

Sentirse abrumado y agotado: Todo parece demasiado esfuerzo.

Mayor irritabilidad y cambios de humor: Es posible que se enoje o se entristezca con más facilidad de lo habitual.

Dificultad para concentrarse y tomar decisiones: Tu mente se siente confusa o dispersa.

Descuidar el autocuidado: Dejas de hacer cosas que son buenas para ti, como hacer ejercicio o comer bien.

Aislarse de los demás: Evitas amigos, familiares o grupos de apoyo.

Romantizar el consumo de sustancias: Empiezas a recordar sólo las partes buenas del consumo de drogas o alcohol.

Aumento de los antojos: Piensas en consumir con más frecuencia o más intensidad.

Sentirse desesperanzado o desanimado: Te preguntas si la recuperación vale la pena o es posible.

Estrategias para superar la fatiga por sobriedad

Lidiar con la fatiga por sobriedad requiere esfuerzo, pero hay muchas maneras de superarla:

Priorice el cuidado personal:

Cuidarse a sí mismo es crucial en la recuperación. Te ayuda a sentirte mejor y más fuerte al enfrentar desafíos.

  • Duerma lo suficiente: Trate de dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Un horario de sueño regular puede marcar una gran diferencia.
  • Consuma una dieta saludable: La buena comida le da al cuerpo y al cerebro el combustible que necesitan para sanar y funcionar bien.
  • Haga ejercicio regularmente: Incluso una caminata corta puede mejorar tu estado de ánimo y tu energía.
  • Practica técnicas de relajación: Pruebe la respiración profunda, la meditación o el yoga para reducir el estrés.

Conéctese con otros:

El aislamiento puede empeorar la fatiga por sobriedad. Conectarse con otras personas que entienden por lo que estás pasando puede ser de gran ayuda.

  • Asista a grupos de apoyo: Grupos como AA o NA pueden brindar aliento y consejos de otras personas en recuperación.
  • Comuníquese con sus seres queridos: Habla con amigos o familiares sobre cómo te sientes.
  • Construya relaciones saludables: Pase tiempo con personas que apoyen su sobriedad.

Maneje el estrés de manera efectiva:

El estrés puede agotar su energía y dificultar la recuperación. Aprender a manejar mejor el estrés puede ayudar a combatir la fatiga por sobriedad.

  • Identifique sus factores estresantes: Averigua qué situaciones o pensamientos te estresan más.
  • Desarrollar mecanismos de afrontamiento: Encuentre formas saludables de lidiar con el estrés, como hacer ejercicio, hablar con un amigo o tener un pasatiempo.
  • Establezca expectativas realistas: No intentes hacer todo a la vez. Está bien hacer las cosas paso a paso.
  • Aprende a decir no: Está bien rechazar invitaciones o solicitudes que puedan resultar demasiado estresantes.

Encuentre propósito y significado:

Tener objetivos y cosas que le interesen puede darle energía y motivación para mantenerse sobrio.

  • Explora nuevos intereses: Pruebe nuevos pasatiempos o actividades para encontrar lo que le guste.
  • Establecer objetivos: Tener algo por lo que trabajar puede darle un sentido de propósito.
  • Conéctate con tu espiritualidad: Si eres espiritual o religioso, esto puede ser una fuente de fortaleza y significado.

Busque ayuda profesional:

A veces, necesitas apoyo adicional para superar la fatiga de la sobriedad.

  • Terapia: Un consejero puede ayudarle a superar las emociones y desarrollar habilidades de afrontamiento.
  • Medicamento: A veces, la depresión o la ansiedad en recuperación pueden necesitar tratamiento médico.
  • Grupos de apoyo: Unirse a un grupo dirigido por un profesional puede proporcionar estructura y orientación.

Practica la gratitud:

Centrarse en las cosas buenas de su vida puede ayudarle a mantenerse positivo y motivado.

  • Centrarse en lo positivo: Cada día, trate de notar al menos una cosa buena de estar sobrio.
  • Lleve un diario de gratitud: Escribe las cosas por las que estás agradecido con regularidad.
  • Expresar gratitud a los demás: Decirle a la gente que los aprecias puede fortalecer tus relaciones y mejorar tu estado de ánimo.

Sea paciente consigo mismo:

La recuperación es un viaje, no una carrera. Está bien si las cosas no son perfectas todo el tiempo.

  • La recuperación es un proceso: Recuerde que la curación lleva tiempo. Es normal tener altibajos.
  • Celebre su progreso: Observe y siéntase orgulloso de lo lejos que ha llegado, incluso si solo se trata de pasar un día más sobrio.
  • Recuerda por qué empezaste: Piense en sus razones para mantenerse sobrio cuando las cosas se ponen difíciles.

Abordar el aburrimiento:

El aburrimiento puede llevar a pensar en volver a consumir. Mantenerse ocupado de manera saludable puede ayudar.

  • Planificar actividades: Tenga cosas que esperar cada día, incluso si son pequeñas.
  • Prueba cosas nuevas: Aprender nuevas habilidades o pasatiempos puede ser emocionante y gratificante.
  • Conéctate con otros: Pasar tiempo con amigos o familiares puede hacer la vida más interesante y divertida.

Evite situaciones de alto riesgo:

Algunas situaciones pueden hacer que sea más probable que vuelva a consumir. Es importante ser consciente de esto y tener un plan.

  • Identifique sus factores desencadenantes: Sepa qué personas, lugares o cosas le hacen querer utilizar.
  • Desarrollar un plan: Tener estrategias listas para manejo de desencadenantes cuando suben.
  • Evite ambientes tentadores: Manténgase alejado de lugares donde haya drogas o alcohol, especialmente al principio de la recuperación.

Vuelva a evaluar su plan de recuperación:

A medida que pasa el tiempo, sus necesidades en recuperación pueden cambiar. Es bueno comprobarlo y ajustar su enfoque.

  • Hable con su terapeuta o patrocinador: Pueden ayudarle a determinar si su plan actual está funcionando o necesita cambios.
  • Ajuste su plan según sea necesario: Esté dispuesto a probar cosas nuevas si lo que está haciendo ya no le ayuda.
  • Considere apoyo adicional: Es posible que necesite más ayuda en diferentes momentos de su recuperación.

Conclusión

La fatiga por sobriedad es un desafío difícil en la recuperación, pero se puede superar. Recuerde, sentirse cansado o desmotivado no significa que esté fallando. Es una parte normal del proceso por el que pasan muchas personas. Si se cuida a sí mismo, se conecta con los demás y utiliza las estrategias de este artículo, podrá superar este momento difícil.

La recuperación se trata de progreso, no de perfección. Cada día que permaneces sobrio es una victoria, incluso si no siempre lo sientes así. Si está luchando contra la fatiga por sobriedad, no tema pedir ayuda. Ya sea hablando con un amigo, yendo a un grupo de apoyo o consultando a un terapeuta, hay personas que quieren ayudarle a tener éxito.

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