La Comisión Federal de Comercio de EE. UU. (FTC) está blandiendo su gran garrote regulatorio contra las reseñas falsas en línea. Normas anunciado a principios de este año Ahora están en vigor y prohíben las reseñas de personas falsas, los textos generados por IA y aquellos que no revelen su condición de miembros o afiliados de la empresa.
Si detecta infracciones de la nueva política, puede denunciarlas directamente a la FTC, por una multa máxima de 51.744 dólares.
Las pautas actualizadas de la FTC para reseñas en línea prohíben seis tipos específicos de falsificación: reseñas de personas que no son reales o que usan texto o imágenes generadas por IA, reseñas sin pago (u otras formas de compensación, como esos furtivos cupones de $10 que se incluyen con un Envío de Amazon), no se permiten reseñas de empleados de la empresa que ofrece el producto u otras personas con una relación financiera, no se permiten sitios de reseñas falsos diseñados para entorpecer los resultados de búsqueda, no se suprimen reseñas negativas y no se compra ni vende “seguidores” falsos u otras redes sociales. influencia.
La presidenta de la FTC, Lina Khan anunció que la norma entrará en vigor ayer en el sitio de redes sociales anteriormente conocido como Twitter (y descubierto por PCMag). Ella alienta a los estadounidenses a denunciar infracciones en reportfraud.ftc.gov.
Creo que las nuevas pautas son excelentes y deberían hacer que empresas como Amazon y Walmart analicen mucho más detenidamente la creciente cantidad de robots de revisión que, en última instancia, hacen que sus mercados y listados de productos sean menos confiables.
Dicho esto, tengo serias dudas sobre la capacidad de la Comisión para hacer cumplir realmente estas normas. Dado que la mayoría de las infracciones provienen de pequeños vendedores que juegan con sistemas automatizados (y una gran cantidad de ellas caen fuera de la jurisdicción de los EE. UU.), el efecto mensurable de esta política podría ser insignificante.
Algunas formas de atacar las plataformas que permiten estos problemas (tiendas como Amazon, redes sociales como X y Facebook, etc.) serían una vía más significativa para proteger realmente a los consumidores. Pero también sería un logro regulatorio mucho más difícil, e incluso si se intentara, causaría un revés legal instantáneo por parte de algunas de las corporaciones más grandes del planeta y sus aliados políticos.
Pero tener estas reglas en papel podría disuadir a ciertos fabricantes de portátiles conocidos de, por ejemplo, empujando las puntuaciones de las reseñas de sus clientes en línea u ocultar cualquier reseña que destaque ejemplos de servicios particularmente atroces. Es un paso en la dirección correcta.