Alguien está interesado en ti o no. Alguien quiere salir contigo o no. Alguien cree que vales la pena el esfuerzo o no. Y, finalmente, alguien te ama o no.
Esto puede parecer una forma reduccionista de pensar sobre algo tan complejo como las relaciones humanas, pero a veces la simplicidad es lo que se necesita para comprender verdaderamente algo en un nivel más profundo.
A menudo, las relaciones son mucho más sencillas de lo que parecen inicialmente. Son las proyecciones, los egos, las excusas y las ilusiones las que hacen que todo sea tan complicado.
Pero si te deshaces de la basura y finalmente eres sincero contigo mismo, te darás cuenta de que en realidad no importa si algún día podrían amarte. O que todavía se están recuperando de su ruptura hace unos meses. O que tienes una conexión increíble pero que ahora mismo es un mal momento para ellos.
Si eliminas las razones y sólo observas cuál es el resultado, te darás cuenta de la verdad:
Ellos no te aman.
Tienen el corazón roto por otra persona y, por lo tanto, no están emocionalmente disponibles.
Ellos no están preparados para una relación y tú sí.
El amor no existe en tonos de gris. El amor no es algo que requiera engatusar, convencer, rogar o simplemente un poco más de tiempo para convertirse en realidad. Si alguien te ama no depende de ti.
Puedes esperar que cambien de opinión o que el tiempo los convenza de sentir diferente. Puedes cambiar la forma en una versión de “tú” que crees que a ellos les encantaría, pero cuando haces esto, te pierdes. Este nunca es un riesgo que valga la pena correr.
Por favor, ámate a ti mismo más de lo que amas la idea de otra persona. Deja de tocar puertas abandonadas. Deja de rogar por lo mínimo. Aprenda a vivir en lo que es, no en el qué pasaría si.
Deja de perseguir a personas que no quieren amarte porque eso sólo te romperá el corazón.