La presión para poner fin a la huelga sobre el nuevo director ejecutivo, Kelly Ortberg, está aumentando.
Desde que pasó huelga mes pasado, Trabajadores de la fábrica de Boeing han repetido un tema de sus piquetes: quieren recuperar sus pensiones.
boeing congeló su tradicional plan de pensiones como parte de las concesiones que los miembros del sindicato votaron por un estrecho margen hace una década a cambio de mantener la producción de los aviones de la compañía en el área de Seattle.
Al igual que otros grandes empleadores, el gigante aeroespacial argumentó en aquel entonces que los crecientes pagos de pensiones amenazaban la estabilidad financiera a largo plazo de Boeing. Sin embargo, la decisión ha tenido repercusiones fiscales para la empresa.
La Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales anunció el miércoles por la noche que el 64% de sus miembros de Boeing votaron a favor de rechazar la última oferta de contrato de la compañía y permanecer en huelga. La oferta incluía un aumento del 35% en los salarios durante cuatro años para 33.000 maquinistas en huelga, pero no el restablecimiento de los beneficios de las pensiones.
La extensión de la huelga de seis semanas sume a Boeing –que ya está profundamente endeudada y perdió otros 6.200 millones de dólares en el tercer trimestre– en un mayor peligro financiero. La huelga detuvo la producción de los aviones 737, 767 y 777 de la compañía, cortando una fuente clave de efectivo que Boeing recibe cuando entrega nuevos aviones.
Sin embargo, la empresa indicó el jueves que recuperar las pensiones sigue siendo una opción imposible en futuras negociaciones. Los miembros del sindicato fueron igual de inflexibles.
“Lo siento por los jóvenes”, dijo Charles Fromong, un técnico de reparación de herramientas que ha pasado 38 años en Boeing, en un salón sindical de Seattle después de la votación. “He pasado mi vida aquí y me estoy preparando para irme, pero ellos merecen una pensión y yo merezco un aumento”.
