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Un equipo preocupado se reunió en una sala de reuniones de “ITSecure” para abordar una reciente violación de seguridad. El ambiente estaba cargado de ansiedad. Evan, el director del equipo, comenzó la reunión con un tono brusco. Interrogó a cada miembro del equipo individualmente y preguntó: “¿Cómo sucedió esto? ¿Qué sugieres para solucionarlo?”. Tenía una réplica y una reprimenda por cada respuesta ofrecida por el equipo. Acusaciones y actitud defensiva Se arremolinaba mientras el equipo debatía los planes de remediación. El estrés de Evan era evidente para todos.
Los investigadores de Purdue Geoffrey VanderPal y Randy Brazie examinado cómo las respuestas autónomas al estrés de los gerentes influyen en cómo responden al estrés en el lugar de trabajo y cómo esas respuestas ayudan o dificultan el desempeño organizacional. El enfoque de Evan demostró liderazgo emocionalmente reactivocaracterizado por respuestas instintivas a los problemas, un enfoque en el control y un énfasis en las soluciones a corto plazo. En el caso de Evan, su reactividad aumentó el estrés de su equipo y obstaculizó una resolución rápida.
Afortunadamente, a medida que avanzaba la reunión, Evan empezó a notar su efecto en el equipo. De repente recordó una sesión reciente con su entrenador ejecutivo y hizo una pausa. Respiró hondo y cambió su enfoque. Pidió nuevamente la opinión de los miembros del equipo. Pero esta vez, no interrumpió ni respondió bruscamente. Tomó notas y luego validó y desarrolló las ideas del equipo. Lentamente, la energía en la habitación cambió. Ideas colaborativas Comenzó a fluir y surgió un plan integral.
El cambio de comportamiento de Evan disipó la tensión. La autoprotección de los miembros del equipo dio paso a la colaboración mientras él se concentraba en estar presente con los seguidores, escuchar profundamente y responder pensativamente. Yo llamo al nuevo enfoque de Evan liderazgo receptivoun tema Dra. Daniele Smith-Morton escribe como un medio para mejorar los resultados del proyecto y fortalecer la moral y la cohesión del equipo.
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Desarrollar un liderazgo receptivo
El liderazgo receptivo implica una consideración equilibrada del conocimiento, el razonamiento lógico y las emociones, lo que conduce a respuestas que respaldan el panorama general. El liderazgo receptivo se fomenta cuando los líderes desarrollan tres rasgos fundamentales:
1. Compromiso empático: Sensible Los líderes consideran a sus seguidores como expertos en su área. Por lo tanto, estos líderes escuchan activamente y buscan comprender las perspectivas de sus empleados. Esto requiere empatía y escuchar lo que dicen los miembros de su equipo sin involucrarse personalmente. El compromiso empático implica comprender y compartir los sentimientos de los demás, lo que ayuda a los líderes a conectarse con sus seguidores en un nivel más profundo. Los líderes pueden abordar problemas subyacentes y apoyar a su equipo de manera efectiva al preocuparse genuinamente por las perspectivas y el bienestar de sus seguidores.
2. No reactividad: En lugar de reaccionar impulsivamente ante los problemas, los líderes receptivos dan un paso atrás, recopilan información observando sus pensamientos y sentimientos sin reaccionar inmediatamente ante ellos, y luego responden de manera reflexiva y deliberada.
Este enfoque reduce los malentendidos, promueve el equilibrio emocional frente al estrés y se considera fundamental para ambos. consciencia y inteligencia emocional. Estos, a su vez, conducen a mejores resultados para la organización. Smith-Morton enseña a los líderes en su trabajo a estar bien con lo que está sucediendo en lugar de permitir que la ansiedad, la ira y la frustración por la situación se apoderen de ella. A veces, esto requiere darse un tiempo para respirar, recomponerse y dejar que las reacciones suban y bajen antes de continuar.
3. Presencia auténtica: La presencia de liderazgo auténtico consiste en ser fiel a uno mismo y al mismo tiempo liderar a los demás. Los investigadores del liderazgo Bruce Avolio y William Gardner explicado que esto implica autoconciencia, transparencia relacional y toma de decisiones equilibrada. Practicar un liderazgo auténtico requiere apertura, comportamiento ético y una autorreflexión constante. En consecuencia, los líderes receptivos están presentes en el aquí y ahora con los líderes, cuidando de estar completamente comprometidos y genuinos en sus interacciones con los seguidores, culminando en un ambiente donde los seguidores se sienten valorados y respetados.
Una metáfora útil de cómo operan los líderes reactivos versus los receptivos es la de Chris Argyris y Peter Senge. Modelo de escalera de inferenciaque demuestra nuestros pasos de la observación a la acción. Los líderes reactivos generalmente saltan a la cima de la escalera basándose en suposiciones e información incompleta o sesgada. Por el contrario, los líderes receptivos se toman el tiempo para ascender lentamente, recopilando más datos, cuestionando sus suposiciones y buscando comprender diferentes perspectivas antes de actuar. Este enfoque deliberado reduce los malentendidos y fomenta un proceso de toma de decisiones más reflexivo e inclusivo.
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¿Por qué un liderazgo receptivo?
Los líderes que demuestran capacidad de respuesta versus reactividad tienden a producir varios resultados organizacionales importantes, tales como:
1. Mayor confianza: La presencia auténtica de los líderes, la escucha activa y la preocupación genuina por el bienestar de los seguidores construyen naturalmente relaciones interpersonales sólidas y basadas en la confianza y un ambiente de confianza. Mi propia experiencia como líder y consultor dentro de organizaciones de todos los sectores e industrias es que estar comprometido y permanecer en el momento con otra persona crea un sentido mutuo de seguridad, conexión y respeto interpersonal, lo que conduce a una comprensión, colaboración y apoyo más profundos.
2. Mejora de la moral y el rendimiento del equipo: Un líder receptivo que demuestra autenticidad, empatía y no reactividad crea una atmósfera positiva que ayuda a los miembros del equipo a sentirse valorados y escuchados. A su vez, aumentan la moral de los seguidores, la satisfacción laboral, la motivación, el compromiso y la productividad. Es más probable que se comprometan positivamente y contribuyan significativamente a los objetivos de la organización.
3. Mejor toma de decisiones: Los líderes ganan más decisiones informadas e inclusivas considerando diversas perspectivas y recopilando información completa. Este enfoque reflexivo minimiza los errores y promueve soluciones innovadoras, mejorando la capacidad de la organización para adaptarse y prosperar. Morton-Smith explicó que las personas buscan comprender realmente lo que sucede cuando se sienten desencadenadas. Pueden llegar a la raíz de lo que realmente está pasando.
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El poder del líder receptivo radica en su capacidad de ir más allá de la reactividad para fomentar la empatía, la confianza, la comprensión y un mayor desempeño dentro de su organización. Las técnicas analizadas en este artículo proporcionan una hoja de ruta para los líderes que aspiran a cultivar una cultura de aceptación, colaboración y resolución colectiva de problemas. A medida que los líderes adopten estas prácticas, mejorarán su eficacia e impulsarán a sus organizaciones hacia un mayor éxito y satisfacción.