Beijing dijo el miércoles que había presentado una queja ante la Organización Mundial del Comercio por la decisión de la Unión Europea de imponer fuertes aranceles a los automóviles eléctricos fabricados en China.
Los impuestos adicionales de hasta el 35% se anunciaron el martes después de que una investigación de la UE descubriera que los subsidios estatales chinos estaban socavando a los fabricantes de automóviles europeos, pero la medida ha enfrentado la oposición de Alemania y Hungría, que temen provocar la ira de Beijing y desencadenar una amarga guerra comercial.
China criticó la decisión de Bruselas el miércoles por la mañana, diciendo que no “estaba de acuerdo ni aceptaba” los aranceles y había presentado una queja ante el mecanismo de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“China… tomará todas las medidas necesarias para proteger firmemente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”, dijo el Ministerio de Comercio de Beijing.
El jefe de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, dijo el martes que “al adoptar estas medidas proporcionadas y específicas después de una investigación rigurosa, defendemos las prácticas justas del mercado y la base industrial europea”.
“Damos la bienvenida a la competencia, incluso en el sector de los vehículos eléctricos, pero debe estar respaldada por la justicia y la igualdad de condiciones”, dijo.
Pero la principal asociación de la industria automotriz de Alemania advirtió que los aranceles aumentaban el riesgo de “un conflicto comercial de gran alcance”, mientras que un grupo comercial chino criticó la decisión “políticamente motivada”, incluso cuando instó al diálogo entre las dos partes.
Los aranceles se sumarán al actual 10% sobre las importaciones de vehículos eléctricos de China.
La decisión se convirtió en ley tras su publicación en el diario oficial de la UE el martes, y los aranceles entrarán en vigor a partir del miércoles.
Una vez que lo hagan, los aranceles serán definitivos y tendrán una duración de cinco años.
Los aranceles adicionales también se aplican, con distintos tipos, a los vehículos fabricados en China por grupos extranjeros como Tesla, que se enfrenta a un arancel del 7,8%.
El gigante automovilístico chino Geely, uno de los mayores vendedores de vehículos eléctricos del país, se enfrenta a un impuesto adicional del 18,8%, mientras que SAIC se verá afectado con el más alto, un 35,3%.
Empresas en crisis
Los aranceles no cuentan con el apoyo de la mayoría de los 27 estados miembros de la UE, pero en una votación a principios de este mes, la oposición no fue suficiente para bloquearlos, lo que habría requerido al menos 15 estados que representan el 65% de la población del bloque.
La UE lanzó la investigación en un intento por proteger su industria automovilística, que emplea a unos 14 millones de personas.
Francia, que impulsó la investigación, acogió con satisfacción la decisión.
“La Unión Europea está tomando una decisión crucial para proteger y defender nuestros intereses comerciales, en un momento en que nuestra industria automovilística necesita nuestro apoyo más que nunca”, dijo el ministro de Finanzas francés, Antoine Armand, en un comunicado.
Pero los mayores fabricantes de automóviles de Europa, incluido el gigante automovilístico alemán Volkswagen, han criticado el enfoque de la UE y han instado a Bruselas a resolver el problema mediante conversaciones.
Los aranceles adicionales son “un paso atrás para el libre comercio global y, por lo tanto, para la prosperidad, la preservación del empleo y el crecimiento en Europa”, dijo el martes la presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz, Hildegard Mueller, después del anuncio.
Volkswagen, que se ha visto duramente afectada por la creciente competencia en China, ha dicho anteriormente que los aranceles no mejorarían la competitividad de la industria automotriz europea.
Esa advertencia se produjo semanas antes de que el gigante enfermo anunciara el lunes sus planes de cerrar al menos tres fábricas en Alemania y eliminar decenas de miles de puestos de trabajo.
Movimientos de represalia
Las conversaciones continúan entre la UE y China, y los aranceles pueden eliminarse si llegan a un acuerdo satisfactorio, pero funcionarios de ambas partes han señalado diferencias.
Las discusiones se han centrado en los precios mínimos que reemplazarían los aranceles y obligarían a los fabricantes de automóviles en China a vender vehículos a un costo determinado para compensar los subsidios.
“Seguimos abiertos a una posible solución alternativa que sea eficaz para abordar los problemas identificados y compatible con la OMC”, dijo Dombrovskis.
La Cámara de Comercio de China ante la UE instó a Bruselas y Beijing a “acelerar las conversaciones sobre el establecimiento de precios mínimos y, en última instancia, eliminar estos aranceles”.
La UE ahora podría enfrentar represalias chinas, y Beijing ya dijo el 8 de octubre que impondría aranceles provisionales al brandy europeo.
Beijing también ha iniciado investigaciones sobre los subsidios de la UE a algunos productos lácteos y porcinos importados a China.
Las tensiones comerciales entre China y la UE no se limitan a los coches eléctricos: Bruselas también está investigando las subvenciones chinas a los paneles solares y las turbinas eólicas.
La UE no es la única que impone fuertes aranceles a los coches eléctricos chinos.
Canadá y Estados Unidos han impuesto en los últimos meses aranceles mucho más altos, del 100%, a las importaciones de automóviles eléctricos chinos.
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