FRÁNCFORT (Reuters) – El Banco Central Europeo debería mantener su enfoque en llevar la inflación al 2% en el mediano plazo, ya que esto permite pequeñas desviaciones temporales alrededor de su objetivo, dijo el miércoles el jefe del banco central francés, Francois Villeroy de Galhau.
Ahora que la inflación casi ha vuelto al objetivo, las autoridades del BCE están discutiendo cuánta flexibilidad deberían tener en torno al 2% y se embarcarán en una revisión el próximo año que puede debatir este tema, entre otros.
“Bajo una orientación de mediano plazo, un banco central no tiene que reaccionar a desviaciones puntuales de corto plazo, sino más bien responder a dinámicas de inflación que corren el riesgo de desviarlo de su objetivo”, dijo Villeroy en un discurso en la Escuela de Economía de Londres.
“Si la inflación está por encima del objetivo, pero convergiendo a un ritmo suficiente, es posible que esto no requiera acción”, dijo Villeroy. “Mantener la inflación exactamente en el objetivo del 2,0% en todo momento no es realista ni necesario.”
Lo que importa, argumentó Villeroy, no es el nivel de desviación del 2% en un momento determinado, sino la tendencia y la persistencia de la probable fluctuación.
La inflación disminuyó al 1,7% el mes pasado y podría situarse en ambos lados del 2% en los próximos meses, y muchas autoridades argumentan que podrían declarar la victoria sobre la inflación excesiva para mediados del próximo año.
Sin embargo, varias autoridades ya han expresado su preocupación de que la inflación podría estar por debajo del 2% en el futuro, ya que el crecimiento es débil y el BCE mantiene las tasas de interés ajustadas.
Para que la tolerancia del BCE funcione, debe comunicar claramente lo que significa el mediano plazo y cómo volverá al objetivo, argumentó Villeroy.
“Un objetivo a medio plazo demasiado vago sin una hoja de ruta clara es una señal confusa que en última instancia socavaría la credibilidad”, afirmó. “La contrapartida de tal flexibilidad es que implica una comunicación clara sobre el horizonte y el viaje de regreso al objetivo”.
Villeroy también señaló que varios shocks de oferta podrían hacer que la inflación sea volátil y, en tales casos, las cifras subyacentes proporcionan mejores pistas sobre las presiones reales de los precios y el banco puede entonces aumentar el énfasis en dichas cifras.
Aún así, la inflación general es el objetivo del banco y los consumidores lo entienden más claramente, por lo que el BCE no debería abandonar su referencia a la cifra principal, argumentó.