6 señales de que mudarse con su persona fue un error horrible

Mudarse con tu persona es un gran paso. Sin embargo, a veces no sabrás si tu persona es un buen (u horrible) compañero de equipo hasta que compartas la misma cama y el mismo baño. Aunque el cambio nunca es fácil, aquí hay algunas señales de que la persona con la que vives no te trata como mereces:

Se niegan a asumir la parte que les corresponde de las tareas del hogar.

Esperan que usted cocine y limpie después de ellos. No aportan nada al hogar, dejándote a ti encargarte de cada tarea que hay que hacer. Y cuando el lugar es un desastre, tienen la audacia de culparte. Actúan como si fueras su cuidador cuando en realidad se supone que eres la mitad de un equipo en funcionamiento.

No respetan tu espacio.

No te dejarán en paz, incluso cuando hayas dejado claro que necesitas algo de tiempo para ti. Te molestan cuando les has dejado claro que necesitas trabajar en tu computadora o estudiar. Cruzan fronteras que le dificultan hacerse cargo de todas sus responsabilidades. Aunque vivan juntos, eso no significa que deban pasar juntos cada momento de vigilia, pero ellos no parecen comprender ese hecho.

No respetan tus pertenencias.

Revisan tus cosas sin preguntar. Se comen las sobras que estabas guardando. Tiran cosas que no les pertenecen. Incluso podrían revisar su teléfono, su correo o sus diarios sin permiso. Básicamente, no puedes confiar en que mantendrán sus manos alejadas de tus cosas. Siempre existe la posibilidad de que husmeen entre tus pertenencias o las arrojen sin importarles si se rompen. No respetan las cosas que más valoras.

No te involucran en las decisiones.

Invitan a amigos y familiares sin consultarlo primero con usted. Permiten que extraños duerman en su sofá y planifican fiestas sin asegurarse de que usted esté de acuerdo con la idea. Básicamente, toman decisiones que los afectan a ambos sin consultarlo primero con usted. Todavía actúan como si vivieran solos cuando hay dos personas en la casa. Dos personas que se supone que están trabajando. juntos.

No les importa tu horario.

Puede ser difícil adaptarse cuando vives con alguien nuevo por primera vez. Sin embargo, deberían respetarte lo suficiente como para modificar su horario cuando te haga la vida más difícil. No deberían estar tocando la batería o la guitarra a medianoche cuando necesitas estar en la cama para el turno temprano de la mañana siguiente. No deberían hacer mucho ruido por la mañana cuando trabajaste hasta tarde y necesitas dormir hasta tarde. Deberían tener en cuenta tus sentimientos.

Se niegan a ceder.

Quieren su sofá, su cama y sus cuadros en la casa. Ni siquiera considerarán tu gusto personal. Quieren que todo siga como a ellos les gusta. Actúan como si fueran los encargados de decorar y se niegan a escuchar tu opinión incluso cuando te apasiona. No quieren comprometerse ni en lo más mínimo. Es su camino o la autopista.



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