La transición del sector médico hacia una economía circular

Glenn Petrie, director comercial de atención médica de Plastic Ingenuity, explora los desafíos y los éxitos de la transición a una economía circular.

La demanda de embalajes sostenibles está creciendo en todos los sectores, pero los desafíos inherentes a la protección y el envío de dispositivos médicos son sin duda mayores que en la mayoría de los casos. La primera y más obvia razón es que los dispositivos médicos ayudan significativamente o incluso salvan vidas, por lo que su llegada intacta es de suma importancia. El segundo obstáculo es que muchos dispositivos médicos son aparatos delicados y de alta precisión y requieren un embalaje que garantice que la instrumentación llegue completamente libre de daños o desplazamientos.

Ninguno de estos requisitos previos puede verse comprometido a la hora de crear envases más sostenibles. Además, la sobreingeniería de los envases que se hacía en el pasado ya no es aceptable, ya que normalmente requería el uso de más materiales. Afortunadamente, la tensión que existe entre la demanda de envases sostenibles y la necesidad de que estos sigan funcionando se ha abordado con soluciones innovadoras en materia de integridad estructural. Soluciones que han logrado reducir los materiales e incorporar más materiales reciclados para lograr una mayor circularidad y sostenibilidad.

Los factores que impulsan el diseño

Algunas de las influencias más significativas en la industria de la salud son las organizaciones de compras grupales (GPO, por sus siglas en inglés) y las políticas de compras con preferencia ambiental (EPP, por sus siglas en inglés) que exigen. Cada vez más, las licitaciones de contratos incluyen EPP, lo que obliga a los fabricantes de tecnología médica a hacer de la sostenibilidad de sus dispositivos y envases un objetivo primordial.

También se han creado organizaciones para ayudar a dirigir el proceso de creación de envases que estén hechos para ser recuperados. El Consejo de Reciclaje de Plásticos para la Salud (HPRC, por sus siglas en inglés) ha desarrollado la Guía de Diseño para el Reciclaje de Plásticos para la Salud, un recurso para ayudar a los fabricantes a cumplir con los objetivos de circularidad. Mientras tanto, las organizaciones no gubernamentales (ONG) están ayudando a dar forma a estos esfuerzos mediante la gestión de marcos y recursos generales para ayudar a mantener el rumbo de la industria en general.

Además, los proveedores de servicios de atención sanitaria se están esforzando por convertirse en operaciones de cero residuos o de reducción de residuos lo antes posible. Esto requiere un reciclaje responsable de los envases de dispositivos médicos al final de su vida útil. Además, las operaciones internacionales también deben cumplir con una estricta legislación mundial.

Además, se está analizando en profundidad el sistema de embalaje en general y se están realizando evaluaciones holísticas para determinar si es conveniente reducir el material sin perder la integridad estructural del embalaje.

La innovación que aporta las soluciones

Las técnicas de reciclaje avanzadas recientemente desarrolladas y el proceso de balance de masa que rastrea el contenido reciclado utilizado en la fabricación han entusiasmado a los fabricantes de dispositivos médicos acerca de las posibilidades.

El reciclaje avanzado, a veces llamado reciclaje químico, es un conjunto de métodos innovadores diseñados para descomponer o eliminar las impurezas de materiales difíciles de reciclar. La purificación, la despolimerización y la conversión reducen un polímero a un precursor y/o eliminan colorantes y aditivos.

El proceso de balance de masas proporciona una prueba de la cadena de custodia que registra los materiales reciclados utilizados durante la fabricación de un producto en particular. Se realiza un seguimiento del plástico reciclado y luego se equilibra con contenido reciclado certificado en los productos finales.

La prueba está en el plástico (o la falta de él)

El siguiente estudio de caso ilustra cómo un dispositivo médico sofisticado requería una solución innovadora para brindar protección contra daños por manipulación y, al mismo tiempo, reducir el uso de material y mejorar la capacidad de reciclaje del embalaje. Beckman Coulter Diagnostics se asoció con Plastic Ingenuity para diseñar un paquete termoformado personalizado para proteger los consumibles de su nueva máquina de diagnóstico automatizada. Una punta de pipeta extremadamente sensible necesitaba una protección integral para que el dispositivo funcionara como estaba previsto.

Se requirió de una extensa investigación y desarrollo en un proceso que llevó varios años. Beckman Coulter y Plastic Ingenuity colaboraron en las características de diseño estructural tanto de la base como de la tapa para soportar pruebas de caída. No solo se reforzó el empaque y se mejoró la experiencia del usuario, sino que también se logró una reducción en los materiales. Finalmente, se utilizó un 58% menos de plástico, se ahorraron 255,735 libras de material por millón de piezas y se redujeron 371 toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) equivalente por millón de piezas.

La transición hacia una economía circular es especialmente complicada para el sector sanitario. Sin embargo, la ingeniería de diseño estratégico impulsada por la innovación continua y combinada con asociaciones colaborativas puede ayudar al sector a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad tanto a corto como a largo plazo.

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