Los analistas del Banco Euroasiático de Desarrollo (BED) han presentado un pronóstico macroeconómico para Tayikistán para 2024-2026, en el que identifican los principales riesgos a corto plazo para la economía del país.
“Las altas tasas de interés en los países desarrollados y los problemas estructurales de la economía china pueden conducir a una desaceleración del crecimiento económico mundial y a precios más bajos de las materias primas”, señala el informe.
Esto podría reducir la demanda de bienes exportados por Tayikistán.
Otra consecuencia de este escenario será la reducción de las remesas que llegan al país, principalmente desde los países exportadores de petróleo, lo que provocaría una desaceleración del crecimiento del consumo de los hogares y una caída de la inversión no estatal, lo que empujaría el crecimiento del PIB por debajo del nivel de equilibrio.
En tal desarrollo, la política fiscal, la asistencia de las organizaciones financieras internacionales y los precios más bajos de los alimentos y la energía importados apoyarán la economía.
A pesar de estos desafíos, los analistas del EDB pronostican altas tasas de crecimiento para la economía de Tayikistán: 8,0% en 2024, 8,2% en 2025 y 7,8% en 2026. Este crecimiento se debe a una fuerte demanda interna, precios más altos de lo esperado para el oro y los metales básicos exportados por Tayikistán y una dinámica favorable de las remesas debido al aumento de los salarios en la región.
Según los cálculos de los economistas del BED, hasta finales de este año la desaceleración del crecimiento de la demanda en los mercados externos tendrá un efecto restrictivo sobre la economía. Esto afectará negativamente a las exportaciones reales y a la entrada de remesas e inversiones en el país. Sin embargo, como señalan los autores del pronóstico, el aumento de los precios de los metales exportados por Tayikistán, especialmente el oro, compensará este impacto negativo.
