El trastorno neurológico que “mata la cultura”

En septiembre de 2001, cuando comenzaba su último año en el renombrado Conservatorio de Música de Oberlin, en Ohio, Akiko Trush recuerda que estaba practicando frenéticamente un concierto del fallecido pianista ruso Dmitri Shostakovich cuando notó que algo “no estaba bien”.

“Había un pasaje de octava que intentaba dominar sin cometer ningún error”, recuerda la pianista y profesora de piano de 45 años. “Había sido capaz de tocarlo bien antes, pero, de repente, perdí el control de mi mano derecha. Al principio pensé: 'Oh, ¿qué acaba de pasar?'”.

Trush intentó tocar el piano de nuevo, pero las contracciones musculares pronto se extendieron desde el pulgar de su mano derecha a toda la mano, luego a su brazo derecho y al hombro. Después de una semana, su pulgar derecho se curvaba instintivamente hacia la palma cuando intentaba colocar las manos sobre las teclas del piano.

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