El Reino Unido está perdiendo su chispa creativa

En 2021, en el contexto de un informe igualmente alarmante, Jed Hallam, cofundador y director general de CultureLab, invitó a creativos con orígenes similares a un grupo de WhatsApp para discutir posibles iniciativas. Se animó a las personas a invitar a un amigo, quien luego invitó a otro “y en 48 horas teníamos 300 miembros”, dice a It's Nice That el estratega creativo Tom Armstrong, uno de los primeros cofundadores en unirse. Durante los últimos tres años, Common People ha aumentado su número de contribuyentes cada día, abarcando un próspero grupo de WhatsApp, un Substack mensual, eventos y una rama de consultoría.

Como emblema de esperanza, la red adopta un “enfoque de celebración de la diversidad, destacando la increíble variedad de habilidades que brinda un entorno de clase trabajadora y que son vitales para el lugar de trabajo creativo”, describe Tom. “Significa que todos podemos disfrutar de una gama más amplia de narraciones, que el poder rinde cuentas y que nos convertimos en una sociedad mejor y más empática por ello”. Aunque a menudo se centra en compartir recursos para abrir caminos hacia la industria, Common People tiene en mente el resultado final de la creatividad. Por ejemplo, el grupo cree que el aumento de la representación de clase es más que “solo una cuestión moral”, sino que afecta activamente la narración comunicativa de la que se enorgullece la industria creativa. Después de todo: “Una industria creativa monocultural produce un trabajo aburrido e ineficaz, especialmente cuando excluye a las mismas personas y comunidades que dieron a Gran Bretaña su chispa creativa durante las últimas décadas”.

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