Una empresa de Hong Kong de cuarta generación conocida por sus productos de tofu fermentado ha sido objeto de nuevas críticas después de que las autoridades sanitarias revelaran que había importado tofu en conserva en lugar de fabricarlo él mismo y lo había revendido con aditivos introducidos en malas condiciones de higiene.
Pero en una conferencia de prensa el sábado, el Centro de Seguridad Alimentaria reveló además que durante su inspección de la fábrica de la tienda el 4 de julio, encontró que la compañía no producía su propia cuajada de soja blanca fermentada, sino que solo añadía vino rosado y otros condimentos a la cuajada de soja que compraba de otra fábrica de soja.
Las autoridades también cuestionaron la higiene de la fábrica, señalando polvo y óxido encontrados en el área de embalaje del local.
Según el centro, parte del vino rosado diluido también había estado almacenado en un cubo de plástico a temperatura ambiente durante tres días junto a otros artículos diversos.
Jay Liu Fong-yip, parte de la cuarta generación de su familia que dirige Liu Ma Kee, dijo el domingo que la compañía cancelaría una conferencia de prensa programada para el día siguiente.
Sin embargo, seguiría apareciendo en un programa de radio matutino para hablar sobre cómo hacer una botella de “deliciosa” cuajada de frijoles fermentada.
La exposición ha desencadenado intensas críticas en línea, con usuarios de Internet acudiendo en masa a la página de Facebook de Liu Ma Kee y criticando la tienda que alguna vez apareció en una campaña de la Junta de Turismo de Hong Kong que destacaba los negocios patrimoniales.
“Al principio tenías mi apoyo, hasta que me enteré de que solo reenvasabas el tofu fermentado que habías comprado en otro lado. Eso es demasiado”, escribió un usuario.
Otro usuario no cuestionó que el tofu se produzca en otro lugar, pero dijo que “el problema es que la empresa sigue enfatizando que es una 'marca local centenaria', lo que engaña a la gente y sus sentimientos sobre las tiendas locales”.
Sin embargo, otros se burlaron de la receta de éxito de Liu Ma Kee, diciendo sarcásticamente que la tienda los había inspirado a ganar dinero agregando condimentos a los productos de salsa de soja que ya estaban en los estantes y volviéndolos a envasar para la venta.
Sin embargo, algunos clientes expresaron su apoyo y lealtad, diciendo que seguirían comprando en la tienda mientras sus productos tuvieran buen sabor.
El producto final tiene un aroma penetrante característico y una textura similar a la del queso blando maduro. Es un ingrediente esencial en platos tradicionales cantoneses como las espinacas de agua salteadas y el estofado de cordero con piel de tofu.