Después del tratamiento del cáncer de mama: cómo adaptar su estilo de vida para una salud óptima

Cada mes, cientos de personas preguntan a Google sobre curas dietéticas para el cáncer de mama.

En lugar de mostrar listas de alimentos poco conocidos para combatir el cáncer y remedios para el estilo de vida, el motor de búsqueda tiende a ofrecer consejos que la gente ha escuchado muchas veces.

Esto se debe a que los cambios en el estilo de vida que ayudan a las sobrevivientes de cáncer de mama a sentirse mejor y a reducir su riesgo de recurrencia no son diferentes de lo que se recomienda para mejorar la salud general, independientemente del estado de cáncer de la persona, dice la Dra. Stacy D. D'Andre, oncóloga de Mayo Clinic.

“Los cambios en el estilo de vida pueden mejorar los resultados de las personas con cáncer de mama, pero también pueden ayudar a prevenir otras enfermedades como la diabetes o las enfermedades cardíacas”, afirma el Dr. D'Andre. “Una dieta saludable, el ejercicio, la reducción del estrés y un buen sueño pueden mejorar la calidad de vida, los niveles de energía y la función cognitiva”.

Sin embargo, para una persona que se somete a un tratamiento contra el cáncer de mama, lograr un estilo de vida saludable puede parecer, a veces, una misión imposible. A continuación, el Dr. D'Andre ofrece consejos útiles para lograrlo, sin importar la fatiga, el insomnio y otros síntomas.

Come una dieta balanceada

Entre las personas a las que se les ha diagnosticado cáncer de mama, las que consumen dietas ricas en frutas, verduras y cereales integrales tienden a vivir más que las que comen pocos alimentos integrales de origen vegetal, según Dos revisiones recientes de la investigaciónAdemás de reducir el riesgo de recurrencia, una dieta basada en plantas puede mejorar su calidad de vida.

Ten en cuenta que “basado en plantas” no es necesariamente sinónimo de “sin carne”. Simplemente significa que las verduras, las frutas, las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales constituyen la mayor parte de tu dieta.

Ningún alimento contiene todos los nutrientes que necesitas, así que opta por una variedad colorida de frutas y verduras. Elige fuentes saludables de grasas, como aceite de oliva, aguacates, nueces y semillas, en lugar de las grasas saturadas que abundan en los productos animales procesados ​​y grasos, la manteca de cerdo, los aceites de coco y de palma, y ​​los alimentos fritos y procesados. Por último, opta por cereales integrales con más fibra, legumbres y otros alimentos mínimamente procesados ​​en lugar de alimentos altamente procesados, que suelen contener menos fibra.

Mantener un peso saludable

Las personas con bajo peso, sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo de recurrencia del cáncer de mama. Por el contrario, cada vez hay más pruebas que indican que mantener un peso saludable puede reducir el riesgo de recurrencia y de cánceres secundarios.

Hable con su profesional de la salud para comprender mejor qué cambios pueden ser necesarios para alcanzar un objetivo de peso. Además de su peso y la circunferencia de su cintura, su profesional de la salud puede analizar su historial médico para determinar si le beneficiaría perder peso con cambios en la dieta o ganar músculo con ejercicios de entrenamiento de resistencia.

Cambiar la composición corporal puede llevar tiempo y esfuerzo. A muchas personas les va mejor cuando cuentan con el apoyo de familiares y amigos. También puede resultarle útil hablar sobre sus objetivos de peso con un dietista registrado o un entrenador físico certificado.

Mantenerse activo

Además del papel del ejercicio para lograr un peso saludable, estar activo también reduce el riesgo de padecer muchas enfermedades, incluido el cáncer de mama.

Un estudio Se compararon los niveles de actividad de 103 personas a las que se les había diagnosticado cáncer de mama avanzado. En comparación con las personas menos activas, las personas muy activas del estudio tenían más probabilidades de sobrevivir al diagnóstico.

Si sufre fatiga a causa del cáncer o de un tratamiento contra el cáncer, hágalo lentamente, aconseja el Dr. D'Andre. Comience a hacer ejercicio gradualmente, aumentando el tiempo y la intensidad a medida que se sienta capaz. Póngase como meta moverse un poco más y aumente gradualmente hasta llegar a 30 minutos diarios o más de actividad física la mayoría de los días.

Dormir lo suficiente

Dormir puede ayudar a recuperar la energía después del tratamiento contra el cáncer, pero también puede resultar difícil.

En un estudio de 200 sobrevivientes de cáncer de mama, más de un tercio de las participantes experimentaron dificultades para conciliar el sueño, permanecer dormidas o despertarse demasiado temprano.

Es probable que la calidad de su sueño mejore con el tiempo. Hasta entonces, puede mejorar sus posibilidades de dormir bien haciendo lo siguiente:

  • Duerma en una habitación fresca, oscura y tranquila. Si es necesario, consiga cortinas que oscurezcan la habitación, tapones para los oídos, un ventilador o un sistema de ruido blanco.
  • Mantenga un horario de sueño. Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana.
  • Relájese antes de acostarse. Evite el uso prolongado de pantallas digitales que emitan luz, como teléfonos celulares o tabletas. En su lugar, haga algo relajante, como tomar un baño o leer.

Además, considere hablar con su profesional de la salud sobre la terapia cognitivo conductual para el insomnio (TCC-I). Esta terapia estructurada se lleva a cabo durante 4 a 8 sesiones. Su especialista del sueño lo ayudará a comprender mejor y resolver los problemas subyacentes relacionados con su insomnio.

Evite el tabaco

Las sobrevivientes de cáncer de mama que fuman o consumen otras formas de tabaco tienen un mayor riesgo de morir prematuramente que las personas que no consumen tabaco. Si ha intentado dejar de fumar sin mucho éxito, no está sola. Dejar de fumar puede ser un desafío, especialmente sin ayuda. Hable con su profesional de la salud sobre medicamentos recetados que pueden ayudarla a dejar de fumar. Además, considere usar productos para dejar de fumar, como parches y chicles de reemplazo de nicotina.

Evite o limite el alcohol

Las investigaciones sobre el consumo de alcohol han sido un tanto inconsistentes. Muchos estudios sugieren que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de recurrencia del cáncer de mama o el riesgo de desarrollar un segundo cáncer de mama primario. El riesgo puede ser especialmente alto en el caso de las supervivientes de cáncer de mama que son posmenopáusicas, obesas o diagnosticadas con tumores con receptores de estrógeno positivos. Sin embargo, algunos estudios no han logrado demostrar una asociación entre el consumo de alcohol y la recurrencia del cáncer de mama.

“La mayoría de las sociedades de lucha contra el cáncer recomiendan evitar el alcohol o al menos limitar su consumo”, afirma el Dr. D'Andre.

Si siente la necesidad de reducir el consumo de alcohol, busque formas alternativas de relajarse y descansar, como el qigong, el asesoramiento, clases de manejo del estrés o la meditación, dice el Dr. D'Andre.

Tome medidas para controlar el estrés

Tu estado de ánimo puede influir en tu cuerpo físico. Por ejemplo, cuando estás molesto o ansioso, tu presión arterial puede aumentar o puedes comenzar a sentirte mareado.

Es por esto que las técnicas basadas en la atención plena suelen encabezar la lista de terapias integrativas que los profesionales de la salud recomiendan para las sobrevivientes de cáncer de mama, dice el Dr. D'Andre.

La atención plena implica permanecer concentrado en el momento presente. Requiere que pongas tu atención en lo que estás experimentando de una manera abierta, curiosa y sin juzgar. Por ejemplo, en lugar de dejarte atrapar por las preocupaciones sobre una próxima cita médica, puedes observar los pensamientos y emociones que surgen en ti. Este momento de conciencia sin juzgar te da el espacio para avanzar de manera más reflexiva y tranquila.

Para aprender mindfulness, considere inscribirse en un curso de recuperación del cáncer basado en la atención plena (MBCR, por sus siglas en inglés) o de reducción del estrés para el cáncer de mama basado en la atención plena (MBSR-BC, por sus siglas en inglés). Estas clases suelen tener una duración de entre 6 y 8 semanas, con sesiones grupales semanales que duran entre 2 y 3 horas.

Haz lo que puedas

Cambiar su estilo de vida puede ser un desafío, especialmente si siente fatiga como consecuencia del tratamiento.

Ten en cuenta que no es necesario revisar todo a la vez.

“Es mejor hacer pequeños cambios y avanzar con el tiempo”, afirma el Dr. D'Andre. “Sabemos que los pequeños cambios pueden tener un gran impacto”.

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