En un campo de desarrollo que cambia rápidamente, la tendencia persistente a demoler y reemplazar nuestras estructuras antiguas en favor de nuevas construcciones sigue pasando por alto el inmenso valor inherente a nuestros edificios y lugares existentes. Sin embargo, la “reutilización adaptativa”, el proceso de readaptación de estructuras infrautilizadas, existentes y a menudo históricas para nuevos usos, está en aumento. Ofrece una alternativa convincente que equilibra el progreso de la comunidad con la preservación, la sostenibilidad, la economía y la continuidad cultural. Según la encuesta del Instituto Americano de Arquitectos de 2022, la modernización, renovación, adaptación y remodelación de edificios existentes representa ahora casi la mitad de toda la facturación de la arquitectura en Estados Unidos.
Historia y cultura
Nuestra sociedad tiene la responsabilidad ética de garantizar que las generaciones más jóvenes aprendan de nuestro pasado para planificar un futuro mejor. Los edificios, que son más que simples estructuras físicas, son depósitos de nuestra historia y cultura. Los edificios tienen historias que contar, encarnan experiencias y recuerdos de ocupantes pasados que son significativos e importantes. Demoler estructuras borra estas conexiones tangibles con nuestra historia, cortando la continuidad de nuestra identidad comunitaria. La reutilización adaptativa, por otro lado, celebra y preserva las historias sobre la historia de un edificio, incluido el uso anterior, los eventos que tuvieron lugar en el edificio, los ocupantes, los diseñadores y los constructores.
Importancia arquitectónica
La importancia arquitectónica de nuestros edificios y lugares es una compleja interacción de factores históricos, culturales, ambientales y sociales. La readaptación de edificios antiguos es valiosa porque permite aprovechar diseños, características y artesanías distintivos y, al mismo tiempo, mantener el carácter único de cada lugar específico. La preservación de nuestros edificios y lugares honra nuestro pasado, salvaguarda nuestra diversidad arquitectónica y garantiza que no se pierdan diseños raros y notables.
Impacto medioambiental
Tanto la demolición como la nueva construcción conllevan importantes costes ambientales. Según el Informe sobre la situación mundial de los edificios y la construcción en 2022El sector de la construcción y los edificios es el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que representa el 37 % de las emisiones globales. Por el contrario, la reutilización adaptativa minimiza parte del impacto ambiental. Preservar, reutilizar y aprovechar nuestros edificios existentes es un enfoque más sostenible que reduce la demanda de nuevos materiales.
Ciencias económicas
Renovar edificios existentes puede resultar más económico que construir uno nuevo, especialmente si se tienen en cuenta los costos de demolición, gestión de residuos, preparación del terreno y nuevos materiales. Los organismos gubernamentales suelen ofrecer incentivos fiscales y subvenciones a los proyectos de reutilización adaptativa porque estos proyectos suelen implicar la preservación histórica y proporcionan beneficios económicos que se extienden a la comunidad. Estos beneficios incluyen la creación de puestos de trabajo, la atracción de turismo e inversiones, la conversión de pasivos en activos, el posible aumento de los valores inmobiliarios y la revitalización de los barrios.
Beneficio comunitario
La reutilización de edificios existentes fomenta una sensación de estabilidad en las comunidades. Muchos edificios tienen un valor sentimental y sirven como puntos de referencia culturales que contribuyen al sentido de pertenencia e identidad de una comunidad. Los proyectos de reutilización adaptativa a menudo estimulan la revitalización de los barrios y atraen más inversiones. Estos proyectos también pueden apoyar la diversidad y aumentar la vitalidad al dar cabida a usos mixtos que pueden mejorar la calidad de vida de una comunidad.
Innovación
Los proyectos de reutilización adaptativa desafían a los urbanistas, arquitectos y desarrolladores a pensar de forma creativa, lo que a menudo conduce a un diseño innovador que armoniza lo nuevo con lo antiguo. Estos proyectos pueden ser transformadores y poner de relieve cómo se pueden integrar las necesidades actuales en un edificio existente, lo que da como resultado espacios únicos e inspiradores con carácter.
He tenido la oportunidad de trabajar en más de 100 proyectos de renovación de edificios a lo largo de mi carrera, y muchos de ellos han sido proyectos de reutilización adaptativa. Uno de esos proyectos, Ironworks Square, actualmente en construcción, incluye edificios que datan de 1890 y originalmente eran de hierro maleable de Erie. Este desarrollo ahora será de uso mixto, incorporará un diseño que celebra la historia de la antigua fundición de hierro y ayudará a regenerar el corredor industrial de West 12th Street. También será un ejemplo de cómo los terrenos industriales abandonados existentes pueden reutilizarse para nuevos usos.
Otro proyecto de reutilización adaptativa es la Incubadora de Tecnología de la Universidad Gannon de Erie, hoy el Centro de Ingeniería Avanzada. El diseño de esta estructura de la década de 1920, construida para el Boys & Girls Club de Erie, ha conservado la historia del edificio y, al mismo tiempo, lo ha transformado en una incubadora de empresas de alta tecnología. La incubadora integró tecnologías y materiales modernos en los espacios existentes, creando suites de oficinas, un centro de conferencias y espacios de apoyo empresarial.
Conclusión
Elegir entre la demolición o la reutilización adaptativa no es sólo una cuestión de desarrollo; es una decisión que refleja los valores de nuestra sociedad. Cuando priorizamos la reutilización adaptativa, reconocemos el valor de nuestro patrimonio histórico y cultural, nuestro compromiso con la sostenibilidad medioambiental y abrazamos la vitalidad económica y social. La reutilización adaptativa es un enfoque integrado del desarrollo que respeta nuestro pasado, enriquece nuestro presente y garantiza un futuro más sostenible e inclusivo. A medida que nuestras ciudades siguen evolucionando, necesitamos cambiar de mentalidad reconociendo el valor de nuestros activos existentes y construyendo sobre las bases que ya se han establecido. Cuando honramos el legado de nuestro entorno construido, a su vez forjamos un camino hacia un futuro más sostenible.
David Brennan es arquitecto, urbanista, director sénior de Bostwick Design Partnership y presidente de la Comisión de Revisión Histórica de la Ciudad de Erie.