TOKIO (AP) — La economía japonesa se contrajo a una tasa anual del 1,8% en el primer trimestre de este año, ligeramente mejor que la estimación inicial de una contracción del 2,0%, según datos revisados del gobierno el lunes.
La revisión se debió a las inversiones del sector privado, con un -0,4%, frente al -0,5% anterior.
El producto interno bruto real, o PIB, desestacionalizado, una medida del valor de los productos y servicios de una nación, se mantuvo en territorio negativo, ya que las exportaciones y el consumo disminuyeron con respecto al trimestre anterior.
De trimestre a trimestre, la economía cayó un 0,5% en el período enero-marzo, según la Oficina del Gabinete, sin cambios con respecto a los resultados del mes pasado.
La tasa anual mide lo que habría pasado si la tasa trimestral durara un año.
El crecimiento de los salarios ha sido lento y los precios de las importaciones han aumentado en medio de una caída del yen japonés frente al dólar estadounidense. El dólar se cotiza últimamente a casi 157 yenes, frente a los 140 yenes hace un año.
El yen débil hace que el turismo esté en auge. Pero encarece las importaciones, un punto delicado para una nación que importa casi toda su energía. El lento gasto de los consumidores también ha sido un lastre para la economía. El consumo privado representa la mitad de la actividad económica japonesa.
Otro aspecto negativo es el escándalo en curso que involucra pruebas inadecuadas de modelos de vehículos en varios fabricantes de automóviles importantes, incluido Toyota Motor Corp., que forman los pilares del poder de las marcas japonesas. La producción se detuvo en algunos modelos.
Funcionarios del gobierno allanaron el lunes la sede de Honda Motor Co. en Tokio. Los informes de los medios japoneses dijeron que pronto se realizaría una redada en Mazda Motor Corp. Toyota y Suzuki Motor Corp. ya han sido allanadas.
La semana pasada, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, se disculpó por las amplias pruebas fraudulentas que implicaban el uso de datos inadecuados o desactualizados en las pruebas de colisión, pruebas incorrectas de inflado de las bolsas de aire, daños en los asientos traseros en choques y potencia del motor.
La seguridad de los vehículos no se ve afectada, pero aparentemente las empresas querían acelerar el proceso de prueba.
Los inversores también están atentos a las próximas medidas del Banco de Japón, cuyo consejo de política monetaria se reunirá a finales de esta semana. El banco central elevó las tasas de interés a principios de este año por primera vez desde 2007, pero sólo a un rango de cero a 0,1% desde -0,1%.
“De manera similar, se seguirá de cerca la postura del banco central japonés, especialmente teniendo en cuenta la debilidad de la moneda local. Los fabricantes japoneses se enfrentan al aumento más rápido de los costes de los insumos”, dijo S&P Global Market Intelligence en un informe.
El desempleo se ha mantenido relativamente bajo en la cuarta economía más grande del mundo, alrededor del 2,6%. Japón sufre una grave escasez de mano de obra, ya que su tasa de natalidad sigue cayendo, alcanzando un mínimo histórico el año pasado. También ha disminuido el número de matrimonios.
Tales tendencias demográficas podrían resultar más peligrosas en el largo plazo, según algunos analistas, a quienes les preocupa que Japón sea especialmente débil en cuanto a producción per cápita, y que su cada vez menor influencia en el escenario global pueda incluso generar riesgos para la seguridad.
Se espera que el PIB de Japón caiga al quinto lugar en magnitud el próximo año, después de Estados Unidos, China, Alemania e India, según el FMI.
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