El BAfD define su estrategia para la economía africana (Focus)

Fue en Nairobi donde se celebraron las reuniones generales anuales del Banco Africano de Desarrollo (BAfD). La reforma de la arquitectura financiera internacional estaba en el orden del día.

Sí, pero ojo, esta reforma no puede evitar tener en cuenta los desafíos climáticos. África necesitaría 213.000 millones de dólares al año hasta 2030 para lograr un desarrollo sostenible. Entonces, ¿cómo podemos afrontar estos desafíos?

El BAfD ha definido su nueva estrategia para los próximos diez años. Para ello, su capital aumentó de 201 mil millones a 318 mil millones, aumento necesario para mantener la calificación triple A de la institución, clave para endeudarse en los mercados financieros a tipos bajos.

También se debatió la propuesta de integrar la riqueza natural en el PIB de los estados africanos. No se tienen en cuenta las reservas de tierras cultivables del continente, sus recursos mineros o las energías renovables, lamentó el presidente de Kenia, William Ruto.

La nueva estrategia se basa en dos objetivos principales: acelerar el crecimiento verde inclusivo y fomentar economías prósperas y resilientes. Para lograr estos objetivos, el Banco se centra en varias prioridades: iluminar a África y suministrarle energía moderna y asequible. Garantizar la seguridad alimentaria mediante la transformación agrícola. Mejorar las condiciones de vida de mujeres y jóvenes e invertir en capital humano y sostenibilidad.

Reconociendo el papel crucial del sector privado, el BAfD se propone movilizar recursos de diversas fuentes, incluida la financiación privada. Reforzará su colaboración, priorizando las inversiones en empresas, cadenas de valor y pymes. Esta estrategia financiera tiene como objetivo triplicar el financiamiento del sector privado para 2033 y fortalecer su capacidad de financiamiento a través de mecanismos innovadores.

África también quiere liberarse de los mercados financieros. La Junta de Gobernadores del BAfD ha pedido la creación de una agencia de calificación africana. El objetivo es establecer una nueva cultura de evaluación que tenga en cuenta las diferentes especificidades de las economías africanas. Esto ahorrará más de $75 mil millones debido a “injusto” calificación por parte de agencias de calificación internacionales.

Como habremos comprendido, al celebrar su sexagésimo aniversario, el Banco Africano de Desarrollo tiene la resiliencia como lema. La pandemia de Covid-19, la inseguridad alimentaria, la crisis de la deuda, los conflictos y la inestabilidad política y el cambio climático no pueden hacernos olvidar que África está llena de activos que la convierten en el continente de las oportunidades.

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