La administración de Biden ultima reglas más suaves de economía de combustible para camiones y SUV

La administración del presidente Joe Biden ha finalizado reglas de economía de combustible menos estrictas para camiones y SUV hasta 2031 de lo propuesto inicialmente, según el Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA). Este ajuste se considera una victoria significativa para los fabricantes de automóviles de Detroit, ya que reduce las sanciones por cumplimiento que enfrentan.

Las reglas revisadas han recibido elogios de los fabricantes de automóviles y críticas de grupos ambientalistas. En julio de 2023, la NHTSA propuso aumentar los requisitos de Economía Promedio de Combustible Corporativo (CAFE) en un 2% anual para automóviles de pasajeros y un 4% anual para camionetas ligeras desde 2027 hasta 2032. Sin embargo, según la regla final, no habrá ningún aumento requerido. para camionetas ligeras en 2027 y 2028, con solo un aumento anual del 2% desde 2029 hasta 2031.

Inicialmente, se esperaba que los estándares de economía de combustible propuestos le costaran a la industria automotriz $14 mil millones en multas proyectadas hasta 2032, con Motores generales (GM), stellantis (matriz de Chrysler), y Vado enfrentando sanciones sustanciales. La regla final reduce significativamente esta carga financiera, proyectando multas de hasta $1,83 mil millones hasta 2031, y potencialmente ninguna, dependiendo de varios modelos de cumplimiento.

En junio de 2023, los informes indicaron que GM y Stellantis pagaron 363 millones de dólares en multas por no cumplir con los estándares anteriores de economía de combustible. Sin embargo, la nueva regla apunta a aumentar la economía de combustible a aproximadamente 50,4 millas por galón para 2031, frente a las 29,1 mpg actuales. Esta es una disminución con respecto a la proyección del año pasado de 58 mpg para 2032.

Esta decisión marca la tercera acción regulatoria reciente de la administración Biden que ha relajado las propuestas regulatorias de vehículos. Los cambios anteriores incluyeron cálculos de cumplimiento menos estrictos para los vehículos eléctricos y reglas revisadas para los tubos de escape que requieren menos vehículos eléctricos de los previstos inicialmente.

John Bozzella, jefe del Alianza para la innovación automotriz El grupo comercial que representa a los principales fabricantes de automóviles, acogió con agrado las revisiones y afirmó que reducirían drásticamente las sanciones que temían los fabricantes de automóviles. Bozzella argumentó que las multas originales no habrían producido beneficios ambientales ni ahorro de combustible adicional y habrían desviado el capital necesario para la transición a los vehículos eléctricos.

Por el contrario, los defensores del medio ambiente criticaron las nuevas reglas. Dan Becker, director de la Campaña de Transporte Climático Seguro del Centro para la Diversidad Biológica, acusó a la NHTSA de ceder ante la presión de los fabricantes de automóviles. Sostuvo que la regla final debilitada resultaría en un mayor consumo de combustible, mayor contaminación y una desventaja competitiva para los fabricantes de automóviles estadounidenses en el mercado de vehículos limpios.

Fuente