Como alguien que creció en la era digital y vio cómo ser un influencer pasó de ser un pasatiempo a un trabajo remunerado, me doy cuenta de lo importantes que son ciertas publicaciones en las redes sociales para esas personas.
La cultura de los influencers, tal como la conocemos, podría estar al borde de un cambio significativo. Una influencer ha presentado una demanda contra otra, alegando que su competidora ha estado imitando su estilo y, por lo tanto, afectando sus ingresos.
Sydney Gifford es una creadora de contenido e influenciadora de estilo de vida de 24 años. Tiene muchas cosas en la vida: está esperando un bebé con su prometido y recientemente se mudó de Texas a su estado natal, Minnesota. También está lidiando con una demanda en curso.
Hay otra influencer en línea llamada Alyssa Sheil, que tiene 21 años y crea contenido de estilo de vida y moda. Vive en Austin, Texas.
Sydney y Alyssa tienen una gran cantidad de seguidores, pero Sydney es la que tiene el mayor número, con más de 538.000 seguidores en TikTok y 277.000 de Alyssa.
La estética de Sydney y el estilo de su contenido son bastante minimalistas, con muchos tonos grises y neutros. La moda que publica es bastante elegante y sutil, con un toque sureño y femenino.
El contenido de Alyssa es muy similar, pero Sydney comenzó a notar que ya no era pura coincidencia; era una copia directa.
Si bien es común que los influencers tengan casas, atuendos y estéticas similares porque siguen las tendencias, los usuarios de Internet pueden detectar rápidamente publicaciones que podrían considerarse una copia o un “robo”.
Según documentos judiciales, Sydney y Alyssa se conocieron en persona en Austin en 2022 para hacer algunos arreglos comerciales y apoyarse mutuamente.
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