Me impresionó que una pareja de Gran Bretaña e Italia dijera en su canal de YouTube que la gente de China los dejaba completamente atónitos porque “nunca imaginaron que alguien pudiera ser tan encantador, tan amable, tan servicial, tan acogedor y tan paciente” y “tan agradable”. Era la primera vez que veía a alguien juntar tantos adjetivos amables para describir a los chinos.
En un vídeo publicado en Douyin, un padre británico dijo que llevó a su hijo a ver a un dentista en China. Le sorprendió lo eficiente y asequible que era ir al hospital. Dijo que todo el proceso, desde la consulta profesional y la radiografía hasta la colocación del empaste a su hijo, llevó apenas unas horas y les costó 287 yuanes (40 dólares estadounidenses).
Estos videos son solo la punta del iceberg. Para ser honestos, la fiebre de los viajes a China ha sorprendido no solo a los extranjeros que no tenían idea de lo que era China, sino también a algunos chinos. Tal vez algunos de nosotros hayamos dado por sentados los aspectos positivos de nuestro país, ya que vivimos en él. Pero miremos este fenómeno desde otra perspectiva. ¿Se les ocurre una mejor manera de contar buenas historias sobre China a la comunidad internacional?
En el confucianismo, una escuela central de la filosofía china, el principio del “justo medio” aboga por la búsqueda de la imparcialidad, la armonía y el equilibrio. Esta idea permea la vida cotidiana; las personas tienden a ser implícitas en sus expresiones para evitar conflictos directos o herir los sentimientos de los demás.
El confucianismo también aboga por la autodisciplina y la corrección, lo que también podría conducir a una cultura implícita. Examinarse a uno mismo todos los días, un concepto de Las Analectas de Confucioanima a las personas a reflexionar repetidamente sobre su conducta para identificar sus deficiencias y mejorar.
Influenciados por esta cultura tradicional, cuando nos enfrentamos a una crítica o a un estigma, lo primero que hacemos muchos chinos, quizás de forma inconsciente, es comprobar si hemos hecho algo mal. Si es así, nos adaptamos inmediatamente. Parafraseando un dicho popular, “el sabio sabe que no sabe nada, y el tonto cree que lo sabe todo”.
Creemos en la idea de “ganar a la gente con virtudes”. China está haciendo todo lo posible por desarrollarse y crear una vida mejor para su gente. Siempre está dispuesta a recibir a amigos de todo el mundo con los brazos abiertos, permitiéndoles ver el país tal como es. Por eso es alentador ver que los visitantes extranjeros comparten sus experiencias positivas, desacreditan conceptos erróneos y muestran la calidez, el progreso y la diversidad de China. Sus relatos de primera mano son invaluables para ofrecer una descripción equilibrada y genuina de China a la audiencia global. Sin duda, estas son historias perfectas sobre China.
Wei Wei es el ex corresponsal jefe de la oficina euroasiática de la Televisión Central de China, con sede en Moscú.