Reseña de ¡Es la economía, estúpido!: un relato interesante sobre matemáticas, dinero y costes personales | Festival de Edimburgo 2024

yoEl título es una frase acuñada por un estratega de la campaña presidencial de Bill Clinton en 1992 en medio de la recesión y su uso en este programa es enfáticamente irónico. Citar la recesión como la causa de una economía en crisis es, según el escritor e intérprete Joe Sellman-Leava, como culpar al clima por causar un desastre climático.

Esto se hace evidente en el transcurso de esta conferencia dramatizada que realiza con Dylan Howells, en la que combinan la macroeconomía con los efectos microeconómicos en la vida familiar temprana de Sellman-Leava. Nació en la época de la declaración de campaña presidencial y nos cuenta cómo sus padres, dueños de una tienda, perdieron su negocio y se enfrentaron a la vergüenza de la bancarrota, los alguaciles y el desalojo. Junto a esto, describe su fascinación por el dinero y las matemáticas cuando era niño: “Las matemáticas eran lógicas, el dinero era mágico”, dice.

'Soy como un regulador'… Dylan Howells (derecha) con Jon Sellman-Leava en ¡Es la economía, estúpido! Fotografía: Duncan McGlynn

Howells se sienta al margen o reorganiza el conjunto de enormes cajas de cartón, pero lanza comentarios irónicos y evita que Sellman-Leava se sumerja en una polémica de tribuna (“Joe tiende a desvariar por un motivo… así que soy como un regulador”).

Desarrollado y dirigido por Katharina Reinthaller, el programa utiliza la metáfora de un juego de Monopoly para exponer sus puntos éticos en torno a las transacciones financieras, algo que sólo funciona a medias. Sin embargo, Sellman-Leava y Howells forman un dúo eficaz, con una afabilidad espinosa entre ellos: el primero canaliza una historia moderna resumida de la economía británica a través de su historia personal, mientras que Howell actúa como su contrapunto, con trucos de magia ocasionales, que son una delicia.

El objetivo es explicar a la gente común el funcionamiento de la economía, desde la “mano invisible” de Adam Smith hasta John Maynard Keynes, el plan de derecho a comprar de Thatcher, la privatización, los bajos impuestos para los ricos, las maquinaciones de la banca moderna y las actuales crisis inmobiliaria y energética.

Es una tarea difícil en el espacio de una hora, y no siempre se obtiene más que una línea de aprobación en cada caso o se abordan las complejidades más complejas. Pero ambos intérpretes aportan carisma e inteligencia. Quieres que esta lección continúe y profundice para que pueda impactar más fuerte.

Fuente