Trump también ha promovido recortes impositivos adicionales, incluida la eliminación de los impuestos federales sobre los salarios que reciben propinas, que fue el tema central de su evento del viernes en un restaurante mexicano-italiano en Las Vegas. El Comité para un Presupuesto Federal Responsable estimó que una exención de ese tipo costaría entre 100.000 y 200.000 millones de dólares a lo largo de una década.
“Les permitiremos conservar el 100 por ciento de sus ingresos y no ser acosados”, dijo Trump, calificando su discurso como la “mayor promesa” que los trabajadores de restaurantes han “tenido en mucho tiempo”.
Atacó a Harris por adoptar también la propuesta de no imponer impuestos a las propinas, afirmando que ella simplemente estaba imitando su política por razones políticas y que no la llevaría a cabo.
En un mitin de campaña celebrado más tarde el viernes en Glendale, Arizona, Trump reiteró su opinión de que Harris no lograría el objetivo. “Eso nunca sucederá con ella; está garantizado que sucederá conmigo, no habrá impuestos sobre las propinas”, dijo.
La aceptación bipartidista de la idea llega en un momento en que ambas campañas buscan cortejar a grupos de votantes clave en Nevada y otros estados en disputa.
Los comentarios de Trump se producen un día después de que Harris aceptara formalmente la nominación presidencial de su partido, lo que puso a los dos candidatos en camino hacia el día de las elecciones. Harris utilizó su discurso de aceptación para destacar algunas de sus propuestas políticas en términos generales, diciendo que defendería a la clase media e implementaría medidas para reducir los costos para los hogares.
Trump ha hecho de la “no imposición de impuestos a las propinas” un elemento central de su discurso de campaña, y su campaña está empleando tácticas de marketing de guerrilla para promover la política. Los donantes a su campaña pueden recibir pegatinas que digan “VOTE A TRUMP POR NO IMPUESTOS A LAS PROPINAS” para colocarlas en sus recibos de restaurantes.
Harris también eligió Las Vegas para hacer una promesa de campaña similar: recortar los impuestos sobre las propinas, aunque su propuesta se aplicaría sólo a los impuestos federales sobre la renta y dejaría intactos los impuestos sobre la nómina de la Seguridad Social y Medicare.
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Natalie DeNardo, una corredora de hipotecas que asistió al evento el viernes, dijo que su padre es camarero en el hotel Bellagio de Las Vegas y que sentiría un “enorme impacto” por la propuesta de no aplicar impuestos a las propinas. Cuando se le preguntó si Harris apoyaría la misma política, se mostró escéptica.
“Ella simplemente se está sumando a la tendencia”, dijo DeNardo, de 41 años. “Podría haberlo hecho en los últimos tres años y medio si realmente hubiera querido”.
Eximir los salarios que reciben propinas de los impuestos federales tiene el potencial de reducir las facturas impositivas de los más de seis millones de trabajadores de la hostelería que declararon un total de 38.300 millones de dólares en ingresos por propinas en 2018, el último año para el que hay datos disponibles del Servicio de Impuestos Internos. Eso equivale en promedio a unos 6.250 dólares por trabajador que recibe propinas.
A pesar de su superposición en la llamada política de cero impuestos a las propinas, Trump está presionando para lograr amplios recortes de impuestos dirigidos a las corporaciones y a las personas con mayores ingresos, mientras que Harris está asumiendo el liderazgo del presidente Joe Biden, defendiendo propuestas para aumentar la tasa corporativa del 21 al 28 por ciento y aumentar los impuestos a los ricos, al tiempo que se compromete a no aumentar los impuestos a los asalariados que ganan menos de 400.000 dólares.
