“¿Se puede salvar una especie molestando a otra?”
El biólogo conservacionista Tim Shields está intentando salvar la población de tortugas del desierto de Mojave, que se encuentra amenazada por los cuervos, una especie invasora traída a la zona por los seres humanos que invaden el hábitat. Trabajando con un ingeniero, Está tratando de entrenar a los cuervos para que dejen a las tortugas en paz. — Su trabajo es el tema del cortometraje documental Eco-Hack!
Juntos, se embarcaron en lo que Shields llama una campaña de “entrenamiento aversivo” para los cuervos, que, entre las diversas amenazas a las tortugas del desierto, dice que parecía la más fácil de abordar. Se propusieron colocar trampas explosivas en el desierto para entrenar a las aves a dejar en paz a las tortugas. Sus métodos parecen una versión sofisticada de sentarse en la entrada de la casa y quemar hormigas con una lupa: colocar emisores láser en vehículos terrestres, construir y desplegar tortugas falsas impresas en 3D y aderezarlas con saborizante artificial de uva, que los cuervos evidentemente odian. Dan a sus creaciones orgullosos nombres retro: Techno-Tort, Blastoluxe. “La idea es simplemente crear un paisaje embrujado donde no haya alivio de las sorpresas, y todas las sorpresas son malas”, dice Shields sobre los cuervos, uno de los sustantivos colectivos para los cuales es, apropiadamente, “crueldad”.
Increíble imagen en el minuto 10:35 del vídeo, por cierto.
