Todos queremos un amor estable

Quiero un amor estable. No quiero fuegos artificiales un día y tormentas eléctricas al siguiente. Quiero que mi persona me trate con coherencia y respeto. Quiero que sea mi constante, la persona que nunca me dejará de lado, que nunca me dejará colgando, que nunca huirá cuando las cosas se pongan difíciles. Quiero un amor que sea duradero. Un amor que no tenga que cuestionar ni examinar en busca de grietas. No quiero perder el tiempo preguntándome si mi persona está totalmente comprometida con la relación. Quiero saber que me respalda de todo corazón. Quiero la seguridad de que no se irá a ninguna parte, de que está comprometida a largo plazo. Quiero que sea clara sobre sus intenciones conmigo y que cumpla cada promesa susurrada. Quiero un amor que sea coherente. No quiero que la imprevisibilidad o la volatilidad se mezclen en mis relaciones. No quiero preguntarme qué lado de alguien veré hoy, el dulce o el amargo. Quiero a alguien que sea todo Dulce. Alguien que se responsabilice de sus errores y se esfuerce por solucionarlos. Quiero a alguien que intente mejorar poco a poco para que podamos crecer juntos en lugar de distanciarnos. Quiero un amor auténtico. Quiero conocer a mi persona, por dentro y por fuera. Quiero entender qué la motiva, ver directamente su alma. Quiero que se sienta cómoda al hablarme sobre cualquier cosa que esté atravesando, buena o mala, y quiero lo mismo a cambio. Quiero la libertad de abrirle mi corazón sin censura, sin preguntarme cómo va a reaccionar o si me va a juzgar. Quiero un amor en el que se pueda confiar. Quiero saber que mi persona estará ahí para mí, sin importar los problemas que nos sobrevengan. Quiero saber que aparecerá cuando la necesite, incluso cuando sea un inconveniente, incluso cuando sería mucho más fácil darle la espalda. Quiero una persona en la que se pueda confiar, que muestre el mismo nivel de energía y entusiasmo que yo. Quiero un amor recíproco. Quiero una pareja que esté en la misma página que yo, que pueda imaginar un futuro conmigo en el marco. Quiero saber que la relación no es unilateral. Quiero saber que ambos estamos comprometidos, ambos dedicados a hacer que este arreglo funcione. Quiero un amor que siempre esté evolucionando. Un amor que no se vuelva obsoleto ni me ancle en el lugar equivocado. Quiero una relación en la que ambos nos apoyemos y alentemos mutuamente para alcanzar nuestro máximo potencial. Quiero una pareja que entienda que no es lo único que importa en mi mundo y que esté bien con eso. Quiero un amor que sea real. Un amor que redefina lo que significa preocuparse por otra persona. No quiero quedarme con alguien por obligación o rutina. Quiero una persona que me elija a mí, todos los días, y yo a ella también.



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