Un prisionero de Guantánamo encuentra una vía de escape construyendo intrincados modelos de barcos

En diciembre de 2001, un ciudadano yemení llamado Moath Al-Alwi Fue capturado por fuerzas paquistaníes cerca de la frontera del país con Afganistán, entregado al gobierno de Estados Unidos y detenido en el infame campo de detención de la Bahía de Guantánamo, en el extremo sureste de Cuba. Al-Alwi Originalmente se pensaba que era uno de los guardaespaldas de Osama bin Laden. Sin embargo, en 2021, funcionarios estadounidenses escribieron que Al-Alwi carecía de cualquier 'posición de liderazgo en Al Qaeda o los talibanes' y, reconociendo que no representaba una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y que había participado en programas de rehabilitación, aprobó su traslado desde la prisión. Sin embargo, al momento de escribir este artículo, Al-Alwi permanece en la bahía de Guantánamo, sin fecha de liberación a la vista, a pesar de que nunca fue acusado de ningún delito.

El cortometraje documental Un barco de Guantánamo ofrece a los espectadores una visión poco común de de al-Alwi La vida en la bahía de Guantánamo, donde ha podido encontrar una pequeña vía de escape creando intrincados modelos de barcos construidos a partir de objetos encontrados, como hilo dental, rosarios y cartón. Colaborando en la película con Al-Alwi A pesar de no poder conocerlo, el cineasta sudafricano Dara Kell y la cineasta estadounidense Veena Rao exploran cómo sus obras de arte lo han ayudado a preservar su humanidad en medio de las condiciones deshumanizadoras de su encarcelamiento.

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