El thriller de acción de Netflix 'Rebel Ridge' triunfa con una dulce venganza

En “Rebel Ridge”, de Jeremy Saulnier, una versión inspirada en “Rambo” de la discriminación racial y la insidiosa banalidad del mal que impregna la actuación policial estadounidense, el cineasta demuestra su dominio del thriller de acción tensa. Su habilidad con este subgénero ha quedado en evidencia desde “Blue Ruin” (2013), pasando por “Green Room” (2016) y “Hold the Dark” (2018). Pero en “Rebel Ridge”, el análisis que hace Saulnier del espacio y el ritmo trasciende todo lo anterior, ya que alterna con frialdad el control extremo con estallidos de furia explosiva a lo largo de más de dos horas.

Es en esta cadencia donde se pone de relieve el modus operandi de Saulier: su expresión cinematográfica formal como reflejo del estado mental de su protagonista. La historia y el estilo de “Rebel Ridge”, que Saulnier escribió, dirigió y editó, se centran en Terry (Aaron Pierre), un hombre atrapado en una pesadilla cotidiana y aplastante que se sale de control. Llevado al límite, Terry mantiene la calma, hasta que no lo hace, y es emocionante ver cómo Saulnier suelta a este personaje.

En una actuación que le ha permitido convertirse en una estrella, Pierre es fantástico como un hombre con un conjunto de habilidades particulares que vibran bajo su apariencia serena y plácida. Con ojos dorados, voz aterciopelada y andar suave, Pierre es como un puma que merodea por la pantalla, pero en última instancia el temperamento de su personaje es mucho más parecido al de una serpiente de cascabel: enroscada y lista para atacar cuando se siente amenazada.

El motor de la trama de “Rebel Ridge” es la práctica de las fuerzas del orden de confiscar bienes civiles. En la secuencia inicial, Terry va en bicicleta por la ciudad sureña de Shelby Springs cuando un agente de policía (David Denham) intenta detenerlo, lo golpea torpemente con su coche patrulla, lo detiene y le confisca el fajo de billetes que lleva en la mochila “bajo sospecha” de que se trata de dinero de la droga.

Terry llevaba el dinero en efectivo para sacar de la cárcel a su primo Mike (CJ LeBlanc), con la esperanza de liberarlo antes de que lo transfirieran a la penitenciaría estatal, donde correría un grave peligro como ex testigo en un juicio por asesinato. Pero el dinero de Terry desaparece en un armario de pertenencias, donde permanecerá hasta que pueda impugnar la confiscación en el tribunal, meses después. Una joven y valiente asistente legal, Summer (AnnaSophia Robb), también le informa que el departamento de policía tiene por costumbre estas confiscaciones para financiar su presupuesto (y algunas máquinas de margaritas), después de que una demanda civil diera como resultado una superficial “limpieza” de sus prácticas corruptas.

Al negarse a aceptar que el departamento de policía le ha robado su dinero (y, al hacerlo, ha puesto en peligro a su familia), Terry ha provocado un alboroto, irritando a un enjambre de policías de bien (incluido un excelente Emory Cohen), que responden ante el jefe Sandy Burnne (Don Johnson). Pero lo que estos policías no se dan cuenta es que Terry no es alguien con quien se pueda meter, ya que descubren demasiado tarde que no es solo un ex marine. Es un instructor de artes marciales de la Marina.

En “Rebel Ridge” se habla mucho de procedimientos policiales, pero Saulnier introduce estallidos de violencia a lo largo de la película mientras Terry toma el control. Los planos secuencia largos y fluidos con una cámara sofisticada y un bloqueo de personajes dan paso a frenéticos movimientos cámara en mano mientras Terry pelea y forcejea con sus enemigos. Saulnier utiliza el montaje para evocar la creciente vigilancia de Terry, que vigila constantemente a todos los que se encuentran a su alrededor mientras se da cuenta de lo profunda que es la corrupción en esta ciudad.

El argumento de la película de Saulnier es precisamente este análisis detallado de los detalles legales mundanos y de cómo la policía manipula las políticas para su propio beneficio. Terry se ha visto sumergido en una odisea infernal de burocracia, papeleo y un sistema de “justicia” que depende demasiado de la discreción de policías y jueces de pueblos pequeños que tienen sus propias motivaciones y prejuicios y que toman decisiones con demasiada facilidad que priorizan los presupuestos sobre las vidas humanas: vidas de negros, vidas de mujeres, vidas de adictos.

En este complejo sistema de lealtades cambiantes, un hombre muy hábil puede erradicar las debilidades y alterar la cadena alimentaria. Pero sobre la narrativa se cierne una sensación de futilidad, de que esto puede suceder y sucederá una y otra vez. Otra demanda, otra vida perdida, otra solución alternativa. Pero por un momento, un hombre en una bicicleta con unas cuantas armas hábilmente manejadas puede causar estragos entre policías corruptos, y maldita sea, es una sensación agradable verlo.

'Cresta rebelde'

Clasificación: Sin calificación; violencia, referencias a drogas y lenguaje.
Duración: 2 horas, 10 minutos
Jugando: Transmisión en Netflix a partir del 6 de septiembre

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