Take Five: Sin descanso Por Reuters

(Reuters) – La actividad volátil que ha marcado septiembre hasta el momento podría no disminuir pronto, ya que los inversores están nerviosos ante más eventos macroeconómicos clave que podrían dar forma al tono de las operaciones en las próximas semanas.

A continuación, le ofrecemos un panorama de lo que ocurrirá durante la semana en los mercados, con Kevin Buckland en Tokio, Ira Iosebashvili en Nueva York, Yoruk Bahceli en Ámsterdam y Naomi Rovnick y Amanda Cooper en Londres.

1/¿EL PRECIO ES CORRECTO?

La atención de los inversores puede haberse desplazado hacia el empleo y el crecimiento económico de Estados Unidos, pero los próximos datos de precios al consumidor (que se publicarán el 11 de septiembre) aún podrían causar revuelo.

Los mercados todavía están calculando cuánto tendrá que recortar las tasas la Reserva Federal en su reunión del 17 y 18 de septiembre, lo que aumenta la importancia de cada informe de datos.

La evidencia de que la inflación sigue siendo relativamente robusta podría ser un argumento en contra de un recorte de tasas de 50 puntos básicos, que actualmente se considera un escenario menos probable que una reducción de las tasas por parte de la Fed de sólo 25 puntos básicos. Por otra parte, una caída pronunciada de los precios al consumidor podría interpretarse como una señal de que el crecimiento económico ha comenzado a desacelerarse más de lo esperado, inclinando la balanza hacia un recorte enorme.

Los economistas encuestados por Reuters esperan que la inflación haya aumentado un 0,2% en agosto, igualando el aumento del mes anterior.

2/EL PRÓXIMO MOVIMIENTO DEL BCE

Es casi seguro que el Banco Central Europeo aplicará su segundo recorte de tasas este ciclo, por lo que lo que más importa son las pistas sobre lo que viene a continuación.

Los traders ahora estiman plenamente en el precio otro recorte después de septiembre y una probabilidad cercana al 50% de que haya un movimiento adicional este año.

A mediados de julio, veían pocas posibilidades de un recorte después de septiembre.

Dado que se considera probable un movimiento en diciembre, los inversores están ansiosos por saber si también es posible un recorte en octubre.

Tras haber sido mordidos dos veces, los responsables de la política monetaria del BCE se muestran cautelosos a la hora de hacer promesas. Algunos halcones siguen negándose a comprometerse con septiembre.

Están en desacuerdo con los partidarios de la postura de la Reserva Federal sobre si una perspectiva de crecimiento débil es suficiente para calmar las preocupaciones sobre la inflación.

La inflación cayó justo por encima del objetivo del BCE del 2,2% en agosto, pero la rigidez de los servicios y las medidas básicas significan que algunos responsables políticos quieren más evidencia de que el 2% está al alcance antes de ir a por todas.

3/ORO NEGRO

Los inversores están teniendo dificultades para decidir si el mercado de bonos o el de acciones tienen razón en lo que respecta a la economía. Los bonos apuntan a una recesión inminente, mientras que las acciones, a pesar de esta reciente ola de ventas, han alcanzado nuevos máximos históricos, lo que refleja una sensación de confianza en un aterrizaje benigno.

El problema es que sólo uno puede tener razón.

Entra en escena la relación oro/petróleo. Esta métrica, que refleja cuántos barriles de crudo se necesitan para comprar una onza de oro, está en su nivel más alto desde 2020. La relación cae cuando aumenta la confianza en la economía, ya que supone que la demanda de energía mejorará, y aumenta cuando surge la preocupación por el crecimiento y la recesión (y, por lo tanto, la perspectiva de recortes de tasas favorables al oro).

El oro se cotiza cerca de máximos históricos de alrededor de 2.500 dólares la onza, mientras que el petróleo lucha por mantenerse por encima de los 70 dólares el barril. Una vez más, solo uno puede tener razón.

4/TRABAJOS DE STERLING

El Banco de Inglaterra fue más rápido que sus pares en subir las tasas de interés en 2021 y se espera que las reduzca más lentamente, a menos que datos importantes como el informe de salarios mensuales del 10 de septiembre resulten tranquilizadores.

Cuando el BoE implementó su primer recorte de tasas de este ciclo el 1 de agosto, en una medida que los operadores no esperan que vuelva a ocurrir hasta noviembre, dijo que vigilaría de cerca el crecimiento de los salarios, un importante factor de inflación.

Los salarios en el Reino Unido aumentaron a su menor ritmo en casi dos años en el trimestre finalizado el 30 de junio, pero el desempleo cayó inesperadamente y la población activa aumentó significativamente más de lo previsto.

Un informe de empleo débil podría beneficiar a los prestatarios, pero debilitaría la libra, que se ha apreciado por las apuestas a que el BoE mantendrá las tasas relativamente altas.

Las posiciones alcistas en la libra esterlina las mantienen en su mayoría especuladores financiados con deuda, que están motivados a vender ante señales de problemas en lugar de arriesgarse a recibir llamadas de margen.

5/ELECCIÓN DE UN PREMIER

El próximo primer ministro de Japón asumirá la responsabilidad de impulsar una mejor gobernanza corporativa que impulsó a las acciones a máximos históricos este año, respaldar la campaña de ajuste del Banco de Japón después de décadas de deflación y ser responsable de una deuda en constante expansión que es por lejos la mayor del mundo industrializado.

El actual presidente Fumio Kishida dejará el cargo a causa de un escándalo de fondos ilícitos. El número de candidatos para reemplazarlo podría llegar a unos diez cuando comience la campaña el 12 de septiembre, antes de la votación del partido el 27 de septiembre.

Shinjiro Koizumi, hijo de un ex primer ministro, es partidario de la desregulación, mientras que el eterno segundo candidato Shigeru Ishiba presionó por una normalización de la política antes del controvertido aumento de tasas del BOJ el mes pasado y Sanae Takaichi, la favorita entre las candidatas, es una reflacionista.

El Banco de Japón es independiente, pero el gobierno puede ejercer presión. Dado que la próxima reunión del banco central se celebrará una semana antes de la votación del partido gobernante, la elección del momento oportuno es complicada.



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