Esta cultura de comunicación libre y abierta permite un alto nivel de colaboración. Como explica Ilmarin Heitz, directora senior de innovación: “La colaboración entre los equipos de innovación y diseño es una piedra angular de nuestro proceso”. Según Thilo, que dirige el área de diseño de la marca, esta simbiosis es absolutamente crucial. “Las ideas brillantes nacen y luego evolucionan con la ciencia”, afirma, “pero si no les damos un rostro, a menudo se las condena porque, para la mayoría de las personas, parecen demasiado abstractas para ser tangibles y merecer la pena apoyarlas”.
En ningún otro ámbito es más evidente la relación simbiótica entre el diseño y la innovación que en la forma en que On aborda la sostenibilidad, que es un aspecto central para la marca. Como dice Ilmarin: “Muchas de nuestras ideas surgen de abordar necesidades o problemas que observamos en nuestros atletas, consumidores y el planeta”. Además, cuando se le pregunta a Thilo qué es lo que más lo motiva, responde: “Hoy en día, la cuestión es cómo el rendimiento del producto puede estar más en sintonía con el planeta y cómo la sostenibilidad redefinirá el aspecto de los productos en las próximas décadas”.
De hecho, Thilo cree que un cambio en la estética está a la vuelta de la esquina. “Una nueva generación de materiales y una nueva generación de procesos de producción redefinirán el aspecto de los productos en el futuro”, afirma. “Creo que ahora mismo, con nuestro legado de productos coloridos y brillantes, todavía estamos en proceso de acabar con la era de la estética del 'plástico fantástico' de los años 60. Es hora de dejarlo atrás”. Este es el ejemplo perfecto de cómo el diseño puede, por tomar prestada su frase, “darle un rostro” a una innovación importante. “Es deber del diseño”, afirma, “ayudar a que estos nuevos materiales y procesos tengan la expresión adecuada para poder abrirse paso y tener un impacto duradero”.
