Índice del Banco Central sugiere una desaceleración de la economía brasileña

El índice de actividad económica del Banco Central (IBC-Br), un indicador confiable de los datos del PIB brasileño, aumentó sólo un 0,01 por ciento en abril, por debajo del consenso del mercado del 0,45 por ciento. En marzo, el índice cayó un 0,34 por ciento.

En 12 meses, sin embargo, el IBC-Br ha subido un 4,01 por ciento. En lo que va del año, el índice ha subido un 2,08 por ciento.

El IBC-Br comprende indicadores vinculados al seguimiento del volumen de producción agrícola, manufacturera y de servicios, además de un índice que monitorea el volumen de impuestos recaudados, siendo un indicador más confiable cuando se analiza a largo plazo. Debido a este crecimiento anual, muchos analistas todavía ven el índice como un buen augurio para la economía brasileña.

La expectativa media del mercado actual es del 2,09 por ciento, según el último Informe Focus del Banco Central, un pronóstico mucho más optimista sobre la economía en Enero, cuando la predicción mediana era del 1,78 por ciento. Los analistas parecen haber tenido en cuenta no sólo un crecimiento más robusto sino también una inflación más persistente en sus proyecciones.

A pesar de no ver más margen para más recortes a la tasa de interés de referencia del país, los analistas del mayor banco privado del país, Itaú, mantienen su proyección de un crecimiento del PIB del 2,3 por ciento para este año.

“Los efectos de las inundaciones en la región sur del país traen mayor incertidumbre para el segundo trimestre y cierto sesgo a la baja en nuestro número cerrado de este año, pero optamos por esperar algunos datos más para tener una dimensión más precisa de la situación económica. impacto”, escribieron los analistas del banco este mes.

El crecimiento real de la economía brasileña se situó en el 0,8 por ciento en el primer trimestre, impulsado por el sector de servicios del país y un repunte del gasto de los hogares. Esto marca la situación de Brasil. volver a su fórmula de crecimiento típica en función de la demanda interna.

Para Alberto Ramos, economista principal de Goldman Sachs para América Latina, la actividad económica de Brasil en 2024 debería seguir beneficiándose de un importante estímulo fiscal, el “generoso aumento” del salario mínimo y “la Giro de vuelta en el ciclo crediticio”, a pesar de las condiciones monetarias internas aún restrictivas, la creciente incertidumbre política y el desvanecimiento del impacto de los voluminosos BRL 94 mil millones en pagos gubernamentales ordenados judicialmente (bonos pagaré conocidos como precatórios).



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