¿Es la inflación la única respuesta a las preguntas de los bancos centrales? Por Investing.com

Investing.com — El papel de los bancos centrales en la gestión de las economías se ha vuelto cada vez más complejo, especialmente en la era posterior al COVID-19, donde la inflación se ha disparado a niveles no vistos en décadas.

Tradicionalmente, el control de la inflación ha sido el objetivo principal de la mayoría de los bancos centrales, pero en el entorno económico actual, ¿es la inflación la única respuesta a las preguntas que enfrentan los bancos centrales?

Los bancos centrales operan de manera dependiente de los datos y basan sus decisiones en una amplia gama de indicadores económicos. Según los analistas de Morgan Stanley, la inflación, si bien es crítica, no es el único factor que determina las decisiones de política de los bancos centrales.

“A medida que la inflación se desacelera desde sus máximos posteriores al covid, el conjunto de datos que determinan las trayectorias de la política monetaria es amplio”, dijeron los analistas.

En los últimos meses, la inflación ha comenzado a desacelerarse, pero los datos siguen siendo poco fiables. Por ejemplo, Morgan Stanley afirma que las cifras de inflación siguen siendo volátiles, lo que dificulta que los bancos centrales como el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) se comprometan firmemente a recortar o subir los tipos de interés.

La naturaleza inconcluyente de los recientes datos sobre nóminas estadounidenses no ha hecho más que aumentar esta incertidumbre, poniendo aún más de relieve que el control de la inflación por sí solo no puede resolver todas las preocupaciones que afrontan los banqueros centrales.

Los bancos centrales deben equilibrar el control de la inflación con otras consideraciones macroeconómicas, incluido el crecimiento económico y la estabilidad del tipo de cambio.

Según Morgan Stanley, el gasto de consumo estadounidense sigue siendo sólido y respalda el crecimiento del PIB, incluso cuando la inflación se modera. Sin embargo, la fortaleza del dólar, impulsada por un cambio relativo en las políticas de los bancos centrales entre la Reserva Federal de Estados Unidos y otras economías como la eurozona, plantea nuevos desafíos.

Un dólar más fuerte ha fortalecido al euro y al yen, lo que aumenta la complejidad de la ecuación inflación-crecimiento.

Por ejemplo, la decisión del BCE de recortar las tasas en junio de 2024 era esperada, ya que el lento crecimiento económico y los suaves aumentos salariales parecían indicar que la inflación se estaba enfriando.

Sin embargo, como señala Morgan Stanley, equilibrar la inflación con las preocupaciones sobre el crecimiento ha dejado un “camino turbio hacia adelante” para el BCE, que ahora enfrenta presión para estimular el crecimiento sin reavivar la inflación.

Otro factor crítico para los bancos centrales, señalado por Morgan Stanley, es el papel de los tipos de cambio en la configuración de las presiones inflacionarias. En agosto de 2024, el euro se fortaleció frente al dólar debido a las expectativas divergentes de los bancos centrales, lo que ayudó a contener la inflación temporalmente.

Sin embargo, una fuerte apreciación del dólar podría revertir algunas de estas ganancias al aumentar el costo de las importaciones, contribuyendo así a la inflación importada en las regiones faltantes, como Europa.

“En Japón, donde comenzaron gran parte de los ajustes entre mercados, los datos de inflación se han enfriado temporalmente. El mercado ha estado particularmente atento al acto de equilibrio del gobernador y el vicegobernador al comunicar las implicaciones de la volatilidad de la inflación”, dijeron los analistas.

La decisión del BoJ de mantener las tasas sin cambios, mientras busca el equilibrio entre el aumento de los salarios y la inflación, subraya la compleja relación entre la gestión de la inflación y factores económicos más amplios, según Morgan Stanley.

La inflación puede ser el principal problema económico, pero los mercados laborales y el crecimiento de los salarios son igualmente críticos para los bancos centrales a la hora de dar forma a la política monetaria.

Morgan Stanley menciona que la dinámica salarial en la eurozona y Estados Unidos jugará un papel clave en la determinación de los resultados inflacionarios en el futuro cercano.

Un crecimiento salarial más suave, como el observado en la eurozona, indica una posible disminución de las presiones inflacionarias.

Sin embargo, esto también plantea preocupaciones sobre el gasto de los consumidores y el crecimiento, que son factores igualmente importantes para los bancos centrales.



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