La película de Joey King no logra entretener con sus clichés distópicos para adultos jóvenes

Historia: En una distopía futurista con estándares de belleza impuestos, una adolescente que espera una cirugía estética obligatoria se embarca en un viaje para encontrar a su amiga desaparecida.

Revisar: Feos pinta el retrato de una película que lucha por destacarse en el sobresaturado género distópico para adultos jóvenes. A pesar de contar con el intrigante material original de Scott Westerfeld de 2005 y la loable interpretación de Joey King como Tally Youngblood, la película se queda corta en originalidad y ejecución.

La historia gira en torno a Tally (Joey King), quien espera ansiosamente su transformación obligatoria en una “Pretty”. Después de que su mejor amiga, Peris (Chase Stokes), es seleccionada para el procedimiento y desaparece misteriosamente, Tally se enreda con El humo, Un grupo rebelde que descubre a través de su nueva amiga rebelde, Shay (Brianne Tju). Bajo la presión de la siniestra Dra. Cable (Laverne Cox), Tally acepta infiltrarse. El humo y regresa, pero su viaje la lleva a cuestionar la obsesión de la sociedad con la belleza y la conformidad.

Dirigida por McG, la película ofrece un espectáculo visual que recuerda a sus obras anteriores, pero carece de la profundidad necesaria para explorar el poderoso comentario de la novela sobre los estándares sociales. El guion, escrito por Vanessa Taylor, Jacob Forman y Whit Anderson, tropieza con una exposición pesada y no logra transmitir sus temas de una manera convincente. En cambio, la película parece una repetición de narrativas distópicas conocidas en lugar de una nueva versión del género.

Joey King brilla como Tally, aportando profundidad emocional a su personaje, pero se ve limitada por un diálogo débil y una trama predecible. Su química con Shay (Brianne Tju) y David (Keith Powers) mantiene la película a flote, aunque la subtrama romántica entre Tally y David parece predecible y resta aún más potencial a la película.

La cinematografía y las secuencias de acción de la película ofrecen imágenes impactantes, especialmente en contraste con las resplandecientes ciudades de la Bellezas con los restos decadentes de la vieja sociedad. Sin embargo, este atractivo visual no puede compensar la narrativa repetitiva. El final de suspenso anticipa futuras entregas, pero a menos que las secuelas introduzcan ideas nuevas, Feos corre el riesgo de pasar a un segundo plano dentro de un género abarrotado.

En conclusión, Feos es una adaptación decepcionante que, a pesar de sus temas actuales, resulta anticuada. Rememora la ola de películas distópicas para jóvenes que alcanzó su apogeo hace una década y, sin un mensaje más original o impactante, es poco probable que deje una impresión duradera.

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