Ha sido Un rato Desde la última vez que hablamos con el ilustrador Ian Grandjean, que vive en Los Ángeles, el cambio en su obra es sorprendente. Conocido por sus piezas atrevidas y evocadoras, las ilustraciones recientes de Ian han adquirido un nuevo nivel de profundidad, complejidad y belleza escénica. Al reflexionar sobre lo que ha cambiado, Ian puede identificar claramente los problemas. “Mis piezas no estaban respaldadas por una estructura de habilidades fundamentales, lo que dio como resultado que mi estilo fuera plano”, dice. Pero a medida que su confianza crecía, también lo hizo su capacidad para experimentar y perfeccionar su “lenguaje visual”. Este desarrollo le ha permitido centrarse más en lo que quiere decir a través de su trabajo, en lugar de en los tecnicismos de cómo crearlo.
Uno de los cambios clave en la obra de Ian es su mayor enfoque en composiciones escénicas y muy detalladas. Se inspira en el mundo natural y cita las obras de los pintores de fondos de Ghibli, como el difunto Nizo Yamamoto y Kazuo Oga, como influencias principales: “La forma en que estos artistas de fondos representan nubes dinámicas o un bosque musgoso detallado… Busco una sensación similar de belleza, para sumergir al espectador en mi mundo”. Esta inmersión, explica Ian, es similar a presentar un plato: la forma en que se presenta la escena influye en la experiencia emocional del espectador, lo que le da libertad para interpretar las instrucciones del cliente de formas nuevas e imaginativas.