Anna Olsson teje por la libertad, la esperanza y los derechos humanos

La reciente serie de tapices de retratos de la artista retrata específicamente a músicos que han sido perseguidos, encarcelados, censurados o asesinados por su trabajo creativo. Otra obra con motivaciones políticas, esta colección de tapices es una respuesta directa al asesinato y encarcelamiento de músicos, poetas y artistas en Irán, así como a la búsqueda sistemática de trabajadores culturales en Ucrania durante la invasión rusa. Anna comparte: “Quería usar mi voz para aquellos que no pueden hacerlo. No puedo detener al ejército ruso o al régimen en Irán, pero puedo ayudar a mis colegas a seguir teniendo un lugar en público y a que su trabajo no sea silenciado. Todos los que retraté han demostrado un coraje increíble, merecen todo el respeto y no deben ser olvidados”, comparte la artista. Entre las figuras tejidas se encuentran el grupo punk feminista ruso Pussy Riot, el poeta, escritor y músico estadounidense Dan Andersson y la cantante argentina Mercedes Sosa.

Todos los proyectos de Anna comienzan con algo que la afecta profundamente o son imágenes formadas a partir de escenas que encuentra en el tejido de la vida cotidiana, como “el ritmo de las tazas apiladas” o los colores de la remolacha sobre la tela rosa. Antes de que el hilo coloree sus superficies tejidas planas, los proyectos de la artista comienzan con estas imágenes que toma o ve en su mente, algo con lo que trabaja durante meses antes de comenzar a tejer. “Como solo tengo un telar”, dice, “siempre tengo que terminar mi último trabajo antes de comenzar algo nuevo. Olvido la mayoría de las imágenes a medida que otras nuevas las reemplazan, pero las que permanecen hasta que les toca tejer se convierten en las más importantes para mí”.

Cuando termina la etapa de boceto, Anna comienza el largo proceso de traducir sus imágenes en tapices de gran formato, cuyos resultados finales siempre son una sorpresa para ella. “Cuando tejo, solo veo una pequeña parte de la obra, tal vez 10 o 15 cm a la vez (…) cuando el tapiz está terminado, llega el momento mágico en el que lo corto y lo pongo en la pared para verlo por primera vez”. Cuando se le pregunta qué es eso que siempre la ha llevado a volver a tejer, Anna concluye: “Tal vez sea ese momento mágico, o tal vez sea mi visión política lo que siempre me hace volver. Quiero contribuir al mundo de alguna manera y así es como puedo contribuir, puedo tejer”.

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