Sara Al Madani, miembro del elenco de 'The Real Housewives of Dubai', está bajo fuego por su controvertido retiro de bienestar, que supuestamente afirma que sus métodos pueden tratar el cáncer.
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Las verdaderas amas de casa de Dubai (RHODubai) acaba de terminar su segunda temporada, asegurando así su lugar en el tele-realidad Salón de la Fama. El programa ofrece una mirada a las vidas opulentas de las mujeres más ricas de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Con fiestas extravagantes, compras de lujo y drama de alto riesgo, RHODubai ofrece todo lo que los fanáticos de la franquicia aman. Sin embargo, un miembro del elenco se ha convertido en el blanco de la controversia: Sara Al Madani. Conocida por su éxito empresarial, ahora está bajo escrutinio por su problemática asociación con Alejandro Yasinun autoproclamado sanador cuyas prácticas cuestionables han alarmado a fanáticos y críticos por igual.
¿Quién es Sara Al Madani?
Según ella Bravo Biografía: Al Madani es una emprendedora que hizo su primera empresa a los 15 años y desde entonces se ha convertido en una oradora motivacional para mujeres jóvenes en los Emiratos Árabes Unidos. La estrella de televisión es retratada como un símbolo de ambición y éxito, habiendo cofundado varias empresas, entre ellas Hola Holauna plataforma que permite a los usuarios recibir mensajes personalizados de celebridades. Sin embargo, la presencia de HalaHi en las redes sociales ha estado inactiva desde 2021 y su sitio web ya no funciona, lo que pone en duda la estabilidad de sus emprendimientos.
Además de HalaHi, Al Madani también figura como director y socio en Pez socialuna empresa de consultoría de marketing, marca y redes sociales. La destacada carrera de la mujer de 38 años también incluye su participación en la junta directiva del Ministerio de Economía y la Cámara de Comercio e Industria de Sharjah hasta 2020. Dicho esto, si bien el currículum empresarial de la estrella de la telerrealidad es impresionante, son sus emprendimientos comerciales más recientes los que han atraído un serio escrutinio público.
¿Qué son las ‘sesiones de curación’ de Sara Al Madani?
En la segunda temporada de RHODubaiAl Madani presenta a los espectadores a sus “curanderos”, un par que emiten una enorme energía salvadora blanca. Es decir, el típico chico de Los Ángeles que pasó unos meses en Bali y de repente Descubrí los “secretos” del universo. Por lo que puedo decir, la “sesión de sanación” consistió principalmente en muchos gritos desde la almohada y pseudoterapia de conversación. No hay acreditaciones reales aquí, solo egos inflados envueltos en tonterías espirituales.
En el corazón de este negocio de retiros hay algo llamado Curación por la fuerza de la luzun método no probado que cuesta $96 por mes o un pago único de $999.
La preocupación aumenta cuando se consideran las afirmaciones atrevidas y peligrosas que rodean a estos retiros, en particular la afirmación del compañero de Al Madani, Yasin, de que sus métodos pueden tratar enfermedades tan graves como el cáncer. Esta afirmación infundada ha sido ampliamente criticada por su falta de respaldo científico, lo que engaña a quienes están desesperados por obtener tratamientos médicos genuinos.
El retiro, denominado Experiencias Amaraestá dirigido en sociedad con Yasin y su esposa. Su retiro actual, ubicado en Zanzíbar, Tanzania, cobra entre $6,500 y $7,500 por persona por una experiencia de cinco días. Si bien los retiros de bienestar de alta gama no son nada nuevo, es la naturaleza de lo que ofrecen lo que genera controversia.
Mientras tanto, la presencia de Al Madani en las redes sociales es un tesoro de clichés, con citas como: “Nunca me diluiré para que algunas personas puedan digerirme”, atrevida, sí, pero de alguna manera se siente como un plato lleno de vacío. Sus videos rezuman la vibra de alguien que intenta ser profunda, pero a menudo no dice nada en absoluto. Y no olvidemos su aparente Kardashian-La obsesión por la perfección estética, inspirada en la autosuperación, no es algo malo, pero parece fuera de lugar para un autoproclamado sanador espiritual. ¿No se supone que la sanación debe ir más allá de las inseguridades, no amplificarlas?
El malestar se suma al hecho de que Yasin tenía el mismo nombre que antes, Alexander Mendeluk. El llamado “curandero” parece haber cambiado su apellido a Yasin, probablemente para promocionarse mejor en Oriente Medio, como señalado por algunos internautas perspicacesEste cambio de nombre, junto con la ausencia de cualificaciones reales, plantea interrogantes sobre sus verdaderas motivaciones y la legitimidad de su negocio.
¿Cómo se apropia la empresa de Sara Al Madani y Alexander Yasin de las prácticas indígenas?
Otro aspecto preocupante del negocio de Yasin y Al Madani es su flagrante apropiación de las prácticas curativas indígenas. Yasin afirma haber aprendido de chamanestrabajadores de la medicina y curanderos cuánticos, pero no proporciona detalles claros ni un reconocimiento respetuoso de estas tradiciones. Su uso de imágenes indígenas con fines comerciales ha sido calificado de explotador e irrespetuoso, especialmente porque ofrecen retiros a precios de lujo a clientes ricos mientras se benefician de prácticas sagradas.
El Instagram de la propia personalidad de la televisión refleja esta explotación, con fotos que muestran rituales y símbolos de inspiración indígena, que parecen diseñados más por atractivo estético que por respeto cultural genuino. Este tipo de apropiación no solo disminuye el valor de las auténticas prácticas curativas indígenas, sino que también las manipula para obtener ganancias sin ofrecer nada a cambio. cualquier cosa a cambio de las comunidades de las que se tomaron prestados.
Lo que comenzó como una sesión de curación inocua en RHODubai La segunda temporada se ha convertido rápidamente en algo mucho más preocupante. Sarah Al Madani, en sociedad con Alexander Yasin, parece estar dirigiendo un negocio muy cuestionable que se beneficia de personas vulnerables que buscan curarse. Sus costosos retiros, sus dudosas afirmaciones sobre la salud y el uso indebido de prácticas indígenas pintan un panorama de explotación en lugar de empoderamiento.
A medida que esta historia continúa desarrollándose, aún queda por ver si Al Madani y Yasin enfrentarán la responsabilidad de sus acciones o si continuarán beneficiándose de aquellos que están lo suficientemente desesperados como para creer en sus cuestionables promesas.