ATENAS, Grecia — La popular cantante griega Marinella se encontraba en condición estable pero crítica en un hospital de Atenas el jueves, dijo el hospital en un comunicado, un día después de que se desplomara en el escenario durante un concierto en el antiguo teatro Herodes Atticus.
Marinella, de 86 años, sufrió un derrame cerebral y estaba siendo tratada en la unidad de cuidados intensivos por una hemorragia cerebral extensa, dijo el hospital Hygeia en un comunicado. La cantante estaba tocando su tercera canción durante el concierto del miércoles por la noche en el antiguo teatro romano al pie de la Acrópolis cuando pareció perder el equilibrio y luego se tambaleó y se desplomó. El resto del concierto, en el que también participaría el cantante griego Antonis Remos, fue cancelado.
Un nombre familiar para generaciones de griegos, Marinella ha seguido teniendo una presencia imponente en el escenario hasta bien entrados los 80 años en una carrera que se ha extendido por más de seis décadas. Nacida como Kyriaki Papadopoulou en la ciudad de Tesalónica, en el norte de Grecia, en mayo de 1938, adoptó su nombre artístico al principio de su carrera, que comenzó en serio a mediados de la década de 1950 en su ciudad natal.
La menor de cuatro hermanos, tuvo claro desde temprana edad que estaba destinada a los escenarios. Su primera actuación en público se produjo cuando tenía cuatro o cinco años, cuando cantó una canción del compositor austriaco Franz Schubert en un programa de radio para niños, contó en una entrevista publicada en la publicación griega Lifo en junio.
Cuando era adolescente, comenzó a actuar en una compañía de teatro musical que viajaba por la campiña griega y consiguió su primera oportunidad como cantante sustituyendo a uno de los cantantes de la compañía que se había enfermado durante una gira.
Marinella fue la primera cantante en representar a Grecia en el Festival de la Canción de Eurovisiónen 1974 cuando se celebró en Brighton, Inglaterra y lo ganó ABBA cantando “Waterloo”. Al principio de su carrera, rompió con el modelo tradicional de cantantes folclóricos griegos que actuaban sentados. En cambio, adoptó un estilo de actuación extravagante, incorporando movimientos de las manos mientras se pavoneaba por el escenario. Sus canciones, populares a través de generaciones, hablan principalmente del amor, pero también de la pérdida.
