Por Leika Kihara
TOKIO (Reuters) – La actividad fabril de Asia se debilitó en septiembre debido a que la débil demanda china y la incertidumbre económica global apuntaban a un panorama desafiante, mostraron encuestas privadas, manteniendo a los responsables políticos bajo presión para apuntalar sus frágiles economías.
Los fabricantes de la región podrían obtener cierto alivio en los próximos meses gracias al estímulo agresivo revelado por las autoridades chinas la semana pasada, incluida una reducción de las tasas de interés y una inyección de liquidez en el sistema bancario.
La actividad fabril en Japón se contrajo en septiembre y se expandió a un ritmo más lento en Taiwán, según mostraron el martes las encuestas del índice de gerentes de compras (PMI), destacando el costo que la débil demanda global estaba cobrando a los exportadores asiáticos.
En una señal de las crecientes consecuencias de la desaceleración del crecimiento estadounidense, el crecimiento de las exportaciones de Corea del Sur se desaceleró en septiembre y los envíos a la mayor economía del mundo apenas aumentaron, según mostraron los datos del martes.
En China, las fábricas lucharon por avanzar, y el PMI manufacturero global de Caixin/S&P publicado el lunes mostró una caída a 49,3 en septiembre desde 50,4 el mes anterior, marcando la lectura más baja desde julio del año pasado.
Fue un panorama similar en Japón, que depende de las exportaciones para impulsar el crecimiento económico en medio de un consumo moderado. El PMI final del au Jibun Bank Japón cayó a 49,7 en septiembre desde 49,8 en agosto, manteniéndose por debajo del umbral de 50,0 que separa el crecimiento de la contracción por tercer mes consecutivo.
La encuesta PMI de Japón mostró “tendencias apagadas en toda la industria manufacturera”, dijo Usamah Bhatti de S&P Global Market Intelligence.
El PMI de Taiwán se situó en 50,8 en septiembre, frente a 51,5 en agosto. La actividad manufacturera se contrajo en Vietnam, Malasia e Indonesia, según mostraron las encuestas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipa un aterrizaje suave para las economías asiáticas a medida que la moderación de la inflación crea espacio para que los bancos centrales relajen las políticas monetarias para apoyar el crecimiento. Predice que el crecimiento en la región se desacelerará del 5% en 2023 al 4,5% este año y al 4,3% en 2025.
