Phoenix se levanta de nuevo, pero esta secuela del Joker tropieza con su propio remate

Historia: Arthur Fleck, en espera de juicio por sus crímenes como el Joker, está recluido en un centro correccional departamental. Durante la fase previa al juicio, conoce a Lee Quinzel y descubren que tienen mucho en común.

Revisar: 'Joker: Folie à Deux' no alcanza la brillantez que definió al original. La película lucha con su identidad, atrapada entre explorar una oscura historia de amor entre Arthur Fleck y Lee Quinzel y avanzar en su narrativa. Esta indecisión da como resultado una experiencia inconexa, que carece de la cruda intensidad y agudeza de su predecesora. La decisión de incorporar elementos musicales parece forzada, arrastrando el ya débil ritmo de la película. Si bien Joaquin Phoenix una vez más brilla con una actuación cautivadora, sus esfuerzos por sí solos no pueden salvar una película que se siente creativamente perdida y temáticamente diluida.

La historia comienza en el Centro Correccional Departamental de Gotham, donde Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) espera juicio. Allí conoce a Lee Quinzel (Lady Gaga) y es amor a primera vista. Lee, ya obsesionado con Fleck, sabe todo sobre sus infames asesinatos gracias a la amplia cobertura mediática. Debido a su buen comportamiento, a Arthur se le permite asistir a clases de música, donde Lee enseña a los reclusos. A medida que avanza el juicio, Lee convence a Fleck de que despida a su abogada, Maryanne Stewart (Catherine Keener), creyendo que está debilitando su defensa. Fleck luego decide representarse a sí mismo ante el tribunal. Cuando el jurado lo declara culpable de los cinco cargos, estalla el caos en Gotham. El desastre ocurre cuando Fleck regresa a las instalaciones.

Este drama criminal musical se derrumba bajo el peso de su propia ambición y expectativas. Los espectadores esperan a que se desarrolle la magia, pero nunca lo hace, y aunque el final pretende sorprender, al final decepciona. La película carece de la profundidad y nitidez de su predecesora, lo que hace que uno se pregunte si esta secuela era necesaria. La convincente actuación de Joaquin Phoenix es la salvación y mantiene al público interesado. Sin embargo, la decisión de convertir la película en un musical parece equivocada, ya que ni la escritura ni las canciones añaden valor, arrastrando la trama hacia abajo. Si bien hay algunos momentos destacados, son escasos. Busque la escena en la que un policía le pide un autógrafo a Arthur, con la esperanza de sacar provecho de su veredicto de culpabilidad: un momento breve pero revelador en una película que de otro modo sería decepcionante.

Joaquin Phoenix una vez más ofrece una interpretación cautivadora como Arthur Fleck, pero la débil base de la película disminuye drásticamente su impacto. Su dedicación al papel es innegable, lo que reafirma que pocos pueden igualar su habilidad para interpretar personajes complejos. Lady Gaga como Lee aporta algo de intriga y frescura desde el principio, pero a medida que avanza la película, el arco de su personaje se aplana, dejándolo decepcionante. La química entre Phoenix y Gaga carece de la chispa que fue crucial para esta historia. La mayor decepción es Harry Lawtey como Harvey Dent, que no logra dejar huella en las secuencias de la sala del tribunal. Steve Coogan, a pesar de su breve aparición, causa impacto. La dirección de Todd Phillips parece sin rumbo y, si bien su intento de introducir un elemento musical es audaz, al final se desvía demasiado. La combinación de drama psicológico con elementos musicales resulta un experimento fallido. 'Joker: Folie à Deux' no es una película terrible, pero está muy por debajo de las expectativas de su predecesora. Podría ser prudente mantener bajas las expectativas para esta secuela innecesaria.

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