Con 'La Máquina', Diego Luna abraza el paso del tiempo

Diego Luna últimamente piensa mucho en el tiempo. Cómo está pasando. Y cómo se gasta.

Su último proyecto, “La Máquina”, que se estrena el 9 de octubre en Hulu y es la primera serie en español del streamer, fue ideado por primera vez por Luna y su viejo amigo y colaborador, Gael García Bernalcomo proyecto de largometraje hace más de una década. Pero a medida que pasaron los años, la oportunidad de convertir esta historia del boxeo en una emocionante serie episódica parecía obvia y emocionante.

“Me alegro de que nos haya tomado tiempo”, le dice Luna a The Times en una tarde soleada de septiembre en el Chateau Marmont. “Porque creo que la oportunidad de hablar sobre la carrera de un boxeador y la relación entre él y su manager al final de su carrera es realmente fuerte. Sirve, en muchos sentidos, para reflexionar y establecer paralelismos entre eso y lo que vivimos como actores. En nuestras carreras. En nuestro viaje en este negocio”.

Esteban (García Bernal) sabe que sus días como boxeador profesional –como “La Máquina”– están contados. No puede seguir persiguiendo la gloria de años pasados. Su cuerpo no puede seguir el ritmo. Tampoco su mente.

Para su manager, Andy (Luna), eso es claramente un problema. Y así, después de que Esteban pierde una pelea clave contra un famoso recién llegado, Andy insiste en emprender un regreso. La decisión resulta peligrosa ya que ambos hombres terminan a merced de fuerzas invisibles que intentan obtener el pago de una deuda contraída años antes que ayudó a convertir a “La Máquina” en el célebre y lucrativo luchador que es. O lo era.

“La Máquina” de Hulu sigue a Esteban (Gael García Bernal), un boxeador anciano cuya mente está fallando, y su manager Andy (Diego Luna).

(Hulu)

Escrita por Marco Ramírez, quien actúa como showrunner, y dirigida por Gabriel Ripstein, la serie presenta un mundo de corrupción deportiva en México. Pero en el fondo, “La Máquina” es un programa sobre cómo aprender a dejar ir, sobre cómo dejar de luchar contra el paso del tiempo y, en cambio, aceptar los cambios que aún puedes hacer en tu vida.

“Soy capaz de hacer esto porque ahora puedo hablar sobre el envejecimiento”, explica Luna. “Porque estoy allí. Tengo hijos. Mi hijo tiene 16 años. Mi hija tiene 14. Cuando los miro, me doy cuenta de que ha pasado un tiempo desde que estoy aquí. Cuando hablo de mi carrera, me refiero a cosas que hice hace más de 25 años. Es mucho tiempo”.

Mirar hacia atrás, mientras se concentra en las posibilidades de un futuro cercano, alimenta a Luna. El “Y Tu Mamá También” y “Andor“El actor ha entendido desde hace tiempo que su papel como artista se basa en reflejar concienzudamente el mundo que lo rodea y los numerosos personajes coloridos que lo habitan.

Andy es un hombre tan trágico como absurdo. Es un hijo de mamá inseguro que trabaja desesperadamente para convertirse en el tipo de hombre que será querido y respetado.

“Creo que este personaje te hará reír hasta que digas: 'Oh, espera un segundo'. ¿Qué está pasando aquí?'”, dice Luna.

Eso es en ninguna parte más claro que en el primer episodio, donde somos testigos de la rutina matutina de Andy: lo vemos ponerse el postizo y aplicarse bronceador en aerosol. Lo vemos mentalizarse frente al espejo e incluso ponerse sus propias inyecciones en los labios, todo mientras baila al ritmo de Christian Castro.No podrás.”

El montaje es uno de los momentos favoritos de Luna en el programa, “porque estamos estableciendo que hubo un momento en el que él estuvo allí, pero luego se escondió detrás de esta máscara. Este es su proceso. Creo que sirve como una gran metáfora de lo equivocado que es intentar dejar que la maquinaria de la popularidad defina tu éxito. Hoy hacemos de nuestra privacidad un negocio. Y este tipo actúa las 24 horas del día, los 7 días de la semana”.

Un hombre con una túnica negra y gris se mira fijamente en un espejo.

Diego Luna dice que una de sus escenas favoritas de la serie es en el Episodio 1, cuando vemos a Andy poniéndose el postizo y aplicándose bronceador en spray.

(Alexandro Bolaños Escamilla / Hulu)

Luna es casi irreconocible en el papel. Para un actor que durante mucho tiempo ha aprovechado su apariencia de cara de niño para interpretar de todo, desde adolescentes lujuriosos y agitadores hasta narcos y jugadores de fútbol, ​​su interpretación de Andy marca un punto de partida para el actor.

“Si tuviéramos la oportunidad de tener el control del próximo proyecto que hiciéramos juntos, me pediría hacer algo muy diferente”, dice sobre concebir el proyecto con García Bernal. “Iba a correr un riesgo. Quería ponerme en una situación muy incómoda”.

Sólo que no podía haber previsto lo incómodo que sería interpretar a Andy.

“Cada día era doloroso”, dice entre risas. “Fueron horas en la silla. Estas prótesis no dejan que tu piel respire. Básicamente te estás asfixiando a ti mismo y a tu piel. No pude comer. Y por los labios, tuve que usar una pajita. Así que estuve temblando todo el día”.

Lo que ayudó fue tener un amigo cercano como compañero de escena. “Que la persona frente a ti realmente lo entienda no sucede a menudo”, dice Luna.

García Bernal, que llama desde Londres, está de acuerdo. “Al principio, cuando empezamos a trabajar (juntos), pensamos que esto era algo que les pasaba a todos. Y entonces nos dimos cuenta de que no, que en realidad es bastante único”, afirma.

Los dos se conocen desde que eran niños. Sus madres eran amigas y colegas que criaron a ambos niños en el mundo del teatro, que fomenta el juego y la fantasía. “Es muy especial porque primero somos la familia”, añade Luna.

Pero lo que tienen sigue siendo inefable. “No sé qué es, y es mejor tal vez no saberlo, mejor tal vez sorprendernos cada vez”, dice García Bernal. “Ambos entendemos lo que hacemos como un acto de libertad. Como un acto de conocerse a uno mismo, de intentar apelar a alguna trascendencia. Y lo lindo es ver cómo eso se plasma con otro: el mismo significado, pero con una poética diferente a la mía”.

Un hombre vestido con ropa oscura se para frente a un fondo rosa y vegetación mientras sostiene una máscara cerca de su cara.

Diego Luna dice sobre enfrentarse a “La Máquina”: “Iba a arriesgarme. Quería ponerme en una situación muy incómoda”.

(Carlos González / Para The Times)

“La Máquina” continúa el compromiso de Luna de producir un trabajo que haga que el público se siente y preste atención. Una subtrama de la serie se centra en la ex esposa de Esteban, Irasema (Eiza González). Ella es una reportera decidida a descubrir la verdad detrás de los muchos partidos amañados que han llegado a dominar el deporte, una búsqueda que la pone a ella y a su familia en peligro.

“Siempre me ha preocupado lo que pasa y lo que está pasando”, dice Luna. “Siempre he tratado de descubrir cómo ser útil, cómo pertenecer a algo de lo que pueda sentirme orgulloso”.

Estas convicciones se confirman en los muchos proyectos que Luna ha producido a lo largo de su carrera y últimamente, bajo la bandera de su productora y la de García Bernal, La Corriente del Golfo. Eso incluye su proyecto más reciente, el documental de Santiago Maza. “Estado de silencio” que se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca en junio. Luna ha dirigido la película desde 2019, cuando se le acercó para respaldar un proyecto sobre los peligros que enfrentan los periodistas en México al decir la verdad al poder.

Maza, quien trabajó en la docuserie La mesa del actor “Pan y Circo”, ha encontrado en Luna un colaborador de principios. Aquel cuya rabiosa curiosidad por el mundo es inspiradora.

“En aquel entonces me impresionó lo bien informado que estaba”, dice Maza por Zoom sobre su primera reunión. “Creo que ahora entiendo por qué. Conozco sus hábitos: todo el tiempo está leyendo noticias o escuchando la radio. Recuerdo que cuando hablábamos de política y otras cosas yo pensaba: 'Hombre, este tipo sabe lo que hace'”.

“State of Silence” fue concebida originalmente como una serie. Luna financió el piloto pero no encontró ninguna red que lo produjera. Para 2022, Maza había transformado el proyecto en un largometraje financiado de forma independiente por Corriente del Golfo, con la ayuda de la Fundación Ford y Luminate.

Recientemente adquirido por Netflix, el documental ofrece un retrato desgarrador y urgente de la violencia que los periodistas en México esperan cuando informan sobre todo, desde tiroteos de cárteles hasta corrupción local. Que llegue el mismo año que “La Máquina” habla del tipo de trabajo al que Luna dedica su tiempo.

“Diego y Gael saben de esto”, comparte Maza. “Han hecho esto durante toda su carrera: cómo crear entretenimiento que también pueda nutrirnos, informarnos y generar conciencia. Estos son dos proyectos que, aunque no se parezcan mucho, ayudan a pintar un retrato del México contemporáneo”.

Si la carrera de Luna está impulsada por un principio, es la creencia de que las historias que cuenta importan y que el trabajo exige que se involucre en lo que puede decir.

“Pasas mucho tiempo pensando en ello, convenciendo a otros para que lo hagan, luego haciéndolo y luego promocionándolo”, dice Luna. “Así que debería importar”.

“Creo que historias específicas pueden cambiar tu percepción. Creo que eso es algo que uno se recuerda cada vez que se acerca a este trabajo: es posible que esté participando en algo que dará esperanza a los demás y que lo enorgullecerá”, dice. “En esa búsqueda te puedes equivocar muchas veces, obviamente. Y lo extrañarás muchas veces. Pero lo que importa es la búsqueda”.

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