Tradicionalmente, las acciones legales han llevado mucho tiempo, son costosas y distraen. La IA generativa hace que sea más fácil (y más barato) para los clientes, empleados, competidores y reguladores emprender acciones legales, al mismo tiempo que un entorno geopolítico turbulento aumenta la exposición legal. Los riesgos legales futuros serán expediciones de pesca legales similares a los ataques de “phishing” en Internet: acciones menos personales y producidas en masa iniciadas por muchos actores. Cuando se coordinan, se parecerán mucho más a ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), que implican abrumar a un objetivo con una avalancha de tráfico para dejarlo fuera de línea. Para prepararse para esta nueva realidad, las empresas deben tomar una página de preparación para la ciberseguridad. Específicamente, necesitarán tomar medidas rápidamente para comprender mejor sus vulnerabilidades, las amenazas emergentes y su impacto potencial, las acciones de mitigación de riesgos que desean tomar y sus estrategias de comunicación con las partes interesadas internas y externas.
