BUENOS AIRES (Reuters) – La Cámara Baja del Congreso de Argentina no logró reunir el miércoles los votos necesarios para revertir el veto del presidente Javier Milei a una ley que habría aumentado la financiación universitaria, una victoria para el líder libertario después de protestas masivas oponiéndose a su medida.
Milei vetó un proyecto de ley el mes pasado que habría actualizado el financiamiento de las universidades públicas de acuerdo con la tasa de inflación de tres dígitos de Argentina, una de las más altas del mundo. Desde entonces, miles de personas se han manifestado contra sus recortes en educación y atención sanitaria.
Los legisladores votaron 160 votos a favor de la ley de financiación universitaria, 84 en contra y 5 abstenciones, quedando a seis votos de la mayoría de dos tercios de los presentes necesaria para revertir el veto del presidente.
El partido de extrema derecha de Milei constituye sólo una pequeña minoría en el Congreso, pero ha formado alianzas con legisladores conservadores para evitar que la oposición reúna los dos tercios necesarios para ratificar la ley.
“Lo que vimos hoy fue una lucha de poder”, dijo a los periodistas el legislador del partido conservador PRO, Alejandro Finocchiaro. “Si no se hubiera aprobado el veto presidencial, habría sido una muy mala señal para los mercados”.
Milei sostiene que la ley pondría en peligro el equilibrio fiscal que ha promovido para afrontar una crisis económica de larga duración y se ha comprometido a vetar cualquier cosa que lo amenace. El gasto en salud, pensiones y educación de Argentina ha sido el más afectado por los recortes públicos de Milei.
La ley vetada por Milei habría ajustado los presupuestos de educación pública debido a la inflación. Los salarios universitarios han perdido alrededor del 40% de su poder adquisitivo debido a la inflación.
Bajo la campaña de austeridad de Milei, la alta inflación ha comenzado a desacelerarse, pero Argentina está en una profunda recesión y las tasas de pobreza han aumentado más del 50%.
Pero la oposición a los recortes de gastos del presidente, especialmente a la financiación de la educación, aún conserva partidarios apasionados.
“El derecho a la educación pública define nuestra nación”, dijo el legislador del partido opositor de centro izquierda UCR, Facundo Manes, durante el debate sobre el veto. “La educación es la mejor política económica del siglo XXI, por eso no dejaremos de defenderla”.
