Hay más de 4 millones asociaciones en Estados Unidos, una configuración empresarial que hace posible que los casi 30 millones de socios que los poseen proporcionen a los consumidores bienes y servicios, contraten más trabajadores y contribuyan a la prosperidad de nuestra nación. De hecho, un nuevo estudio del Consejo de Pequeñas Empresas y Emprendimiento muestra que las asociaciones en el sector de gastos básicos de vida contribuyeron con $1,3 billones al PIB de nuestra nación en 2023.
Pero los nuevos esfuerzos del IRS dirigidos a las asociaciones podrían frenar este poderoso segmento de la economía estadounidense, dejando a muchos participantes en asociaciones comerciales preocupados de poder estar en la mira del IRS sin importar cuáles sean sus ingresos.
Este impulso para hacer cumplir la ley se produce en medio de esfuerzos continuos para cambiar las reglas sobre las asociaciones. En 2021, el senador de Oregón, Ron Wyden, propuso legislación eso modificaría el código tributario para restringir la flexibilidad que las reglas de transferencia de sociedades otorgan a los socios para decidir cómo declarar sus ingresos. Sin esa flexibilidad, la obligación tributaria podría aumentar, lo que haría más difícil para los socios invertir en sus empresas, contratar más trabajadores, explorar nuevas oportunidades de negocios o incluso permanecer en el negocio.
Los líderes electos de California deberían hacer todo lo que esté a su alcance para evitar este resultado. El plan del IRS devastaría muchas de nuestras comunidades y los efectos se sentirían durante generaciones. Las empresas que frecuentemente realizan negocios como asociaciones incluyen restaurantes locales, granjas familiares, pequeñas tiendas minoristas y pequeños fabricantes. Estas entidades son todo tipo de negocios que a menudo son propiedad de inmigrantes, quienes son algunos de los empresarios más emprendedores y exitosos de California, como lo son en todo el país.
Los inmigrantes estadounidenses son 80 por ciento tienen más probabilidades de iniciar un negocio que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos. Crean más empresas pequeñas, medianas y grandes, que abarcan desde tiendas y restaurantes familiares hasta empresas emergentes de alta tecnología. Las empresas que poseen, en promedio, tienden a tener más empleados. Según 2019 datos, había 3,2 millones de empresarios inmigrantes en Estados Unidos, que generaban 1,3 billones de dólares en ventas y creaban millones de puestos de trabajo. En California, donde los inmigrantes constituían el 26,7 por ciento de la población del estado, constituían el 38,6 por ciento de todos los empresarios.
Un mayor escrutinio del IRS sobre las sociedades y cambiar las reglas del código tributario que las rigen podría frenar el valor que los inmigrantes y los empresarios nativos agregan a la economía estadounidense.
En lugar de abordar la raíz del problema –el gasto excesivo del gobierno–, el Congreso y la administración actual están una vez más postergando el camino y continúan tratando a las empresas productivas como si fueran cajeros automáticos para financiar proyectos favoritos. Exigir que las asociaciones proporcionen más ingresos al gobierno federal, sin analizar seriamente cómo reducir la necesidad de recibir más dólares de los impuestos federales de las empresas, es injusto y contraproducente. El objetivo es simple: hacer crecer la economía estadounidense y crear nuevos empleos en el Condado de Orange.
Diane Dixon representa el Distrito 72 de la Asamblea de California.