Los repartidores migrantes de Sudáfrica se protegen unos a otros de la violencia

SSudáfrica ha sido durante mucho tiempo un centro para migrantes y refugiados, que vienen de países vecinos en busca de oportunidades en la economía más fuerte de África. Pero el país también es conocido por sus altos niveles de delitos violentos, accidentes de tráfico y xenofobia: todos ellos desafíos que las personas deben afrontar al intentar construir una nueva vida.

Muchos trabajadores inmigrantes terminan trabajando para empresas de mensajería de alimentos y pasan horas recorriendo las peligrosas carreteras del país en miles de motocicletas.

Como trabajadores autónomos, se les considera contratistas en lugar de empleados a tiempo completo, lo que significa que no califican para beneficios como licencia por enfermedad, cobertura por discapacidad o seguro médico. Tampoco pueden afiliarse a sindicatos formales.

Algunas empresas de mensajería han comenzado a ofrecer medidas de seguridad, como botones de emergencia en la aplicación y seguro contra accidentes, tras las investigaciones. Pero los conductores no siempre son conscientes de estas medidas; algunos tienen miedo de aprovechar los beneficios que se ofrecen por temor a perjudicar sus ya precarias oportunidades laborales o, peor aún, ser deportados a sus países de origen.

Este “correr de cero a cero”, como lo expresa el conductor congoleño Feza Mande, ha llevado a los conductores a formar sus propios sindicatos informales, utilizando principalmente Facebook y WhatsApp para unirse. En estos espacios en línea, se advierten mutuamente sobre los puntos críticos de atracos y comparten información sobre accidentes para poder ayudar a otros conductores o visitar a los conductores heridos en el hospital.

El fondo nacional de seguros de carreteras existente está luchando con problemas financieros y operativos. Los pagos por accidentes toman mucho tiempo, lo que lleva a los conductores a juntar su dinero para ayudarse mutuamente cuando ocurre un desastre. Si un conductor muere mientras trabaja, recaudan fondos para enviar el cuerpo de regreso a casa.

Estos grupos informales en línea son un salvavidas para los conductores, que se encuentran trabajando a tiempo completo para llegar a fin de mes en medio de niveles vertiginosos de desempleo, pero sin ningún beneficio formalizado. A través de su acción colectiva, están trabajando para remodelar la industria del transporte de alimentos para hacerla más segura y justa.

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