La inflación del Reino Unido cayó al 1,7% en el año transcurrido hasta septiembre, la tasa más baja en más de tres años, según muestran las cifras oficiales.
La caída de los precios de los billetes de avión y de la gasolina fue la principal causa de la caída, según la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
La caída de la tasa fue mayor de lo esperado: los economistas habían pronosticado una caída del 1,9%.
También significa que la inflación está ahora por debajo del objetivo del 2% del Banco de Inglaterra, allanando el camino para que las tasas de interés se reduzcan aún más el próximo mes.
El secretario jefe del Tesoro, Darren Jones, afirmó que la caída del ritmo de subida de precios “será una buena noticia para millones de familias”.
“Sin embargo, aún queda mucho por hacer para proteger a los trabajadores, razón por la cual estamos centrados en recuperar el crecimiento y restaurar la estabilidad económica para cumplir la promesa de cambio”, añadió.
