Carson Stachura captura una realidad en la que las personas queer y trans “pueden ser vistas, no sólo miradas”

La práctica de creación de imágenes de Carson Stachura se centra en sus amigos cercanos y su comunidad inmediata. Aunque los participantes en su trabajo fotográfico son personas comunes y corrientes que el fotógrafo conoce y ama, las imágenes de Carson pretenden crear un “efecto de otro mundo” completamente. Desde la escenografía hasta la iluminación, las señales visuales y los detalles más finos, “el hecho de que estas escenas sean 'producidas' es una forma de rechazar la idea de que la cámara es un mediador inherentemente neutral”, comparten.

Decidido a crear un espacio fuera de la mirada cis heterosexual, al fotógrafo le gusta utilizar su trabajo visual como un ejercicio de “construcción colaborativa del mundo”, a través del cual las personas queer y trans de su comunidad “pueden ser vistas, no sólo observadas”. Conscientes del poder de su perspectiva como fotógrafo trans y queer, en su trabajo de retratos pretenden plantear una lente alternativa bajo la cual “los sujetos puedan existir de manera lúdica como sus seres más extravagantes y expresivos”.

En parte archivero, en parte artista visual, la práctica del fotógrafo conversa directamente con representaciones de la identidad trans a lo largo de la historia y se basa activamente en “un análisis crítico de la transgresión de género dentro del archivo del siglo XX”, dice Carson. Dado que históricamente la fotografía ha sido apropiada como una herramienta para “construir una definición materialmente violenta y limitada de la expansividad de género”, explica el fotógrafo, su proceso de documentación espera permitir un intercambio compartido e igualitario entre el fotógrafo y el modelo.

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