¿Cómo debería sonar un coche eléctrico?
Los distintos tipos de sonidos que los fabricantes de automóviles han tenido que idear para que los vehículos eléctricos sean audibles para los peatones, ciclistas y otros conductores son increíbles: orquestas, didgeridoos con el tono alterado, ruidos de coches a gasolina.
Durante más de un siglo, el motor de combustión interna propulsó vehículos con una intrincada combinación de piezas móviles y pequeñas explosiones. Ese proceso de combustión inevitablemente producía ruido, y ese ruido llegó a definir el paisaje sonoro de fondo de nuestras carreteras, ciudades y vida cotidiana. Pero a medida que los híbridos y los vehículos eléctricos se hicieron cada vez más comunes (y sus motores eléctricos casi silenciosos llenaron las calles), se hizo evidente que los vehículos silenciosos no encajaban en el ecosistema que habíamos construido en torno a los automóviles.
Encabezada por asociaciones de ciegos y personas con discapacidad visual, la legislación finalmente comenzó a exigir que los vehículos eléctricos emitieran un ruido de motor artificial a través de altavoces externos ocultos. Estos sistemas de altavoces ocultos, llamados “sistemas de alerta acústica de vehículos” (AVAS, por sus siglas en inglés), tenían que cumplir ciertos criterios sonoros. Pero también eran una pizarra en blanco para que los diseñadores de sonido decidieran cómo deberían sonar los automóviles del futuro.
Recordatorio: las ciudades no son ruidosas, los coches sí.