Creando serenidad: una casa balinesa arraigada en la tradición indonesia

Ed Gunawan, oriundo de Yakarta, siempre sintió la llamada del océano y, en 2022, finalmente respondió mudándose a Bali. Pero cuando se trató de construir su primera casa, la grandeza no era el objetivo, sino honrar la tierra. “En un pueblo balinés, el templo debería ser la única estructura que se destaque”, reflexiona Gunawan.

Esta filosofía lo llevó a Alejandro Borrego, Un arquitecto español que se había hecho un hueco en Bali con su enfoque en la arquitectura tropical. Su colaboración dio como resultado una casa que se integra sin esfuerzo en su entorno. ¿La característica distintiva? Un techo inclinado simple pero sereno que refleja las formas tradicionales del pueblo circundante. El pabellón, la única estructura a la vista al entrar, crea la ilusión de que no hay casa en absoluto.

El diseño de Borrego mantiene el pabellón abierto, adoptando el estilo de vida balinés, donde la casa se fusiona a la perfección con su entorno. Aquí, un follaje exuberante rodea la estructura, con la jungla y los arrozales extendiéndose más allá. “Creemos en colocar casas en jardines, no al revés”, explica Borrego. “Con el tiempo, el jardín se convierte en el protagonista”. El pabellón, abierto y privado, invita a la luz moteada de la tarde y a una suave brisa, mientras que el arroyo cercano proporciona una banda sonora relajante.

El respeto de Gunawan por los contornos naturales del terreno inspiró a Borrego a crear una losa monolítica adyacente para los dormitorios, elaborada con palimanan, una piedra arenisca de color crema de origen local. Este enfoque minimalista y funcional también mejora la sostenibilidad de la casa, ya que minimiza el impacto de la construcción y utiliza materiales procedentes de la isla.

En el interior, se aprecia el compromiso de Gunawan con la artesanía indonesia. Ha seleccionado cuidadosamente una colección que rinde homenaje al rico patrimonio de la nación, y ha viajado a aldeas remotas en busca de artículos para el hogar con significado. Entre sus hallazgos se incluyen cuencos ceremoniales antiguos del palacio de Yogyakarta, sillas Naka del Kayou de Yakarta y obras de arte de estilo Kamasan.

Cada elemento de esta casa está impregnado de sutileza e intención. No es de extrañar que Gunawan haya bautizado su morada con el nombre del árbol majegau, una presencia delicada que la mayoría pasaría por alto. Su corteza, tradicionalmente utilizada para hacer incienso, libera un aroma fragante cuando se quema, una metáfora adecuada para la casa de Gunawan, una ofrenda aromática al espíritu de Bali. – Bill Tikos

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