El entrenador del estado de Arizona, Kenny Dillingham, celebra una conversión de tercera oportunidad durante una victoria de 35-31 sobre Kansas en el primer partido en casa de los Sun Devils Big 12 en el Mountain America Stadium. (Foto de Chris Coduto/Getty Images)
El corredor de ASU, Cam Skattebo, muestra admiración por el liderazgo del entrenador Kenny Dillingham y dice después del juego: “¡Este es el hombre aquí! Te amo entrenador”. (Foto por Dylan Wickman/Noticias Cronkite)
TEMPE – El sábado se hizo historia en el Mountain America Stadium.
Arizona State organizó su primer partido en casa contra un oponente de la Conferencia Big 12 y salió victorioso, derrotando a Kansas 35-31.
La victoria va más allá de ser otro gran partido jugado en un clima de más de 100 grados; es un testimonio de la cultura que ha crecido desde los primeros entrenamientos de los Sun Devils en enero.
“Todo está ligado a la cultura que nos inculcamos unos a otros”, dijo el defensa Xavion Alford. “Siempre responsabilizándonos mutuamente de las pequeñas cosas como correr sprints y tocar la línea (de scrimmage). Aquí todos están sujetos al mismo estándar”.
Desde su llegada en noviembre de 2022, el objetivo del entrenador Kenny Dillingham ha sido cambiar la narrativa que rodea al fútbol del estado de Arizona. La reacción del corredor Cam Skattebo después del juego fue un ejemplo perfecto de la admiración de sus jugadores por él: “¡Éste es el hombre que está aquí! Te amo entrenador”.
El impacto de Dillingham se ha extendido al éxito en el campo, ya que los Sun Devils, que terminaron 3-9 el año pasado, ahora tienen marca de 4-1 en el año por primera vez desde 2015.
“El entrenador Dillingham no nos tomó a la ligera durante nuestro campamento”, dijo Alford. “Sigue esforzándose por ser mejor cada día. Desde lo más alto del equipo hasta lo más bajo, practicamos con la misma intensidad”.
El liniero ofensivo de ASU Leif Fautanu, izquierda, y el mariscal de campo Sam Leavitt celebran un touchdown en la victoria de los Sun Devils 35-31 sobre Kansas en el Mountain America Stadium. (Foto por Dylan Wickman/Noticias Cronkite)
Los Sun Devils enfrentaron adversidad en múltiples puntos durante el juego de Kansas, desde las expulsiones del apoyador Keyshaun Elliott y del liniero defensivo Clayton Smith por apuntar penalizaciones hasta los primeros errores del receptor abierto Jordyn Tyson. A pesar de estos obstáculos, el equipo de Dillingham nunca flaqueó.
“Hablamos en el entretiempo sobre no intentar hacer la gran parada en el primer intento de la segunda mitad”, dijo Dillingham. “Se trata de ganar cada jugada y no importa cuántas jugadas sean necesarias. Hicimos un partido feo, pero jugamos duro y con pasión”.
Para ayudar en las cosas, el estado de Arizona tuvo un lleno total con 54,639 fanáticos presentes.
“La atmósfera del primer juego (Big 12) fue increíble”, dijo Tyson. “Anticipábamos entrar a un estadio lleno, y esta noche estaba rockeando. Tener una multitud gritando detrás de ti en un tercer intento puede marcar la diferencia entre ganar y perder un juego. El ambiente era excelente para el fútbol universitario, especialmente para los juegos del Big 12”.
Los Devils no tendrán mucho tiempo para celebrar su gran victoria. Podría decirse que enfrentarán su mayor prueba el viernes por la noche con la llegada del No. 16 Utah a la ciudad.
“Desafortunadamente tenemos una semana corta y Utah viene de un descanso”, dijo Dillingham. “No sé cómo resultó el cronograma, donde nosotros tenemos seis días para prepararnos y ellos dos semanas. Posiblemente sea el peor escenario que puedas imaginar.
“No sé cómo pasó eso, pero vamos a tener que estar lo más frescos físicamente posible. Se trata de estar frescos para este partido de fútbol porque ellos van a estar frescos”.
Después de jugar contra los Utes, los próximos dos juegos pueden verse como una especie de desafío, ya que Arizona State tendrá juegos consecutivos como visitante en Cincinnati y Oklahoma State.
