El cambio cultural no se trata de una retórica florida: puede convertirse en una tarea sencilla

Las organizaciones a menudo hablan sobre los tipos de cultura que quieren ver: una cultura sincera, una cultura colaborativa, una cultura responsable, una cultura centrada en el cliente, una cultura ágil, una cultura inclusiva, una cultura resiliente o una cultura con una mentalidad de crecimiento. . Pero pasan por alto que todo puede reducirse simplemente a la ejecución de prácticas simples que generan culturas de equipo de alto rendimiento. En lugar de intentar incorporar nuevas culturas mediante la capacitación y la retórica de persuasión, impulsemos el cambio cultural de la manera más sencilla: cambiando las prácticas laborales.

Según nuestra investigación y mi experiencia de más de 20 años de coaching de equipos ejecutivos en todo el mundo, las iniciativas de cambio cultural que intentan transformar mentalidades a través de programas costosos, planes de comunicación detallados y capacitación atractiva tienden a no lograr una ejecución sostenida.

Al aprovechar y utilizar las prácticas más simples, puede convertir lo que espera en su cultura en una tarea. Y cuando las prácticas se realizan repetidamente, cambian la mentalidad cultural de un equipo. Es la aplicación de uno de mis dichos favoritos: “No piensas en una nueva forma de actuar. Actúas a tu manera hacia una nueva forma de pensar”.

Impulsar el cambio de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo, es una idea con antecedentes históricos en Total Quality Management y Sigma Six en manufactura, y Agile en desarrollo de software. Tomemos un ejemplo práctico: las pruebas de estrés, que reemplazan el viejo y cansado hábito de informar en las reuniones.

Todos hemos estado en reuniones donde los informes toman la forma de alguien que hace clic en 20 páginas de dolorosos PowerPoints, actualizando a todos sobre el estado de un proyecto. Adormece a las personas y las lleva a sus correos electrónicos y mensajes de texto mientras esperan que termine el informe, sin pensar nunca realmente que se supone que deben involucrarse profundamente a menos, por supuesto, que el tema esté directamente adyacente a algo que están trabajando o amenazando su territorio.

Esta práctica pasa por alto el rico valor de que todo el equipo realmente considere, evalúe con franqueza y eleve el proyecto que se está revisando, señale riesgos o desafíos, ofrezca innovaciones e ideas e incluso ofrezca apoyo y ayuda.

Pero, ¿qué pasaría en esa misma reunión de equipo si tuviéramos una cultura de desafío, curiosidad, innovación audaz y apoyo? Esto es lo que hacen las pruebas de estrés: convierte un viejo y deteriorado hábito en una varita mágica para el cambio cultural.

Las pruebas de estrés desarrollan una mentalidad desafiante, curiosa, innovadora y solidaria.

Posicionamiento: Las pruebas de estrés deben posicionarse como en servicio a la persona, sin tirarlos debajo del autobús. La retroalimentación de los pares en las pruebas de estrés se ofrece y se recibe como datos, sin la presunción de que se deba actuar en consecuencia. Este claro cambio de posicionamiento reduce la carga emocional que a menudo se asocia con la retroalimentación y abre debates más honestos y productivos.

Prepárese para comprometerse: Todo el mundo sabe de antemano que se les pide que dejen de escuchar pasivamente y sean responsables de escuchar atentamente, apoyarse, participar y activamente, porque se les pedirá que comenten inmediatamente después de que se haya compartido la información.

La nueva presentación: La persona que solía elaborar un informe de 20 páginas ahora sólo elabora un resumen de una página de manera deliberada y decidida. Debe cubrir:

  • Logros: Lo logrado hasta el momento, con métricas para validar resultados.
  • Luchando: Con qué están luchando, revelando vulnerabilidad y humildad.
  • Qué sigue: dónde planean ir a continuación.

La respuesta al desafío del equipo: Después de la presentación, el equipo se divide en pequeños grupos de tres personas. En estos grupos, anotan desafíos, riesgos, ideas, innovaciones y ofertas de ayuda en un documento compartido.

La reacción del presentador: Sí/No/Quizás: El paso final es que el propietario de la iniciativa reflexione y comparta respuestas de “sí, no, tal vez” a las sugerencias e ideas con quienes participaron.

El entorno laboral actual ha cambiado y exige que los equipos adopten muchas prácticas nuevas que generan todos los aspectos de una cultura de alto rendimiento.

En un mundo donde la agilidad y la innovación son cruciales, las pruebas de estrés proporcionan una forma estructurada de aprovechar la inteligencia colectiva de su equipo e impulsar un rendimiento innovador. Un cambio así no sólo es beneficioso: es esencial para el éxito a largo plazo.

La forma más rápida de lograr un cambio cultural sostenible a largo plazo es introducir nuevas prácticas simples, validadas y medidas que se repitan hasta que se conviertan en nuevos hábitos. Las pruebas de estrés son una de esas 37 prácticas de alto rendimiento investigadas y documentadas que exploro en profundidad en mi próximo libro, Nunca lideres solo.

Los equipos que adoptan nuevos modos de colaboración, como las pruebas de estrés y abordan el cambio cultural como una tarea de equipo, están mejor posicionados para innovar, adaptarse y prosperar en nuestro mundo que cambia rápidamente.

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