La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afronta un nuevo golpe después de que su ministro de Cultura, un aliado cercano, se viera obligado a admitir un romance con una influencer de las redes sociales a la que intentó contratar como consultora del ministerio.
En una entrevista con la emisora estatal italiana RAI el miércoles por la noche, Gennaro Sangiuliano, un leal a Meloni, dijo que había ofrecido su renuncia a la primera ministra, pero ella se negó a aceptarla.
La medida se tomó en respuesta a un escándalo que estalló la semana pasada cuando Maria Rosaria Boccia, una influencer de las redes sociales, anunció en Instagram que tenía un nuevo rol como asesora para eventos importantes del Ministerio de Cultura, una afirmación que el propio ministerio negó. Boccia luego publicó documentos y fotografías de ella misma en viajes de negocios con Sangiuliano, incluidas visitas que dijo eran de reconocimiento para la próxima reunión ministerial del G7 sobre cultura en Positano, Italia.
