El color, el movimiento y los gestos amplios y coreografiados por expertos impregnan las obras de Arielle Bobb-Willis. El fotógrafo radicado en Los Ángeles desdibuja los límites entre el arte y las imágenes de moda, rechazando “la noción de que la expresión negra es limitada o limitante”.
Una delgada monografía recopila 90 de las fotografías de Bobb-Willis, destacando su ojo distintivo y sus composiciones conceptuales audaces. Publicado por Abertura, Mantenga vivo al niño posiciona la observación y la imaginación como herramientas útiles para inspirar asombro a los que se pasan por alto. Modelos vestidas con prendas brillantes con bloques de colores posan en parques o callejones, sus alegres bailes y ropa cromática enriquecen los espacios anodinos.
Bobb-Willis cogió una cámara por primera vez a los 14 años y, tras mudarse de Nueva York a Aiken, Carolina del Sur y Nueva Orleans, descubrió que el medio era catártico a través de la depresión crónica y la pérdida, y también una herramienta esencial para desarrollar su gusto y confianza.
“La fotografía es la forma en que mantengo vivo a mi niño interior. La fotografía me ha enseñado a enamorarme de la vida”, comparte con Nicole Acheampong en una entrevista en el libro, agregando:
¡Me encanta encontrar arcoíris inesperados, sol y un hermoso parque verde y dibujos de tiza de niños en la acera y helado derretido y mariposas y flores y niñas negras con trenzas de color azul brillante y dulces poesías de graffiti! Mantengo vivo a mi niño interior tomando fotografías de mi día a día. Siempre encuentro cosas de las que estoy tan enamorado. …La fotografía es, y será siempre, una práctica diaria de enamorarme de tantas cosas como pueda.
Ya sea capturadas en un estacionamiento de Los Ángeles o contra una pared violeta en Nueva Jersey, las imágenes de Bobb-Willis son dinámicas y vívidas, y extraen belleza y exuberancia de espacios sencillos.
Mantenga vivo al niño está disponible en Libreríay puede encontrar más información de Bobb-Willis en su sitio web y Instagram.